El sector del comercio ambulante es ya uno de los grandes damnificados por la crisis sanitaria del coronavirus. Los vendedores de los mercadillos que se instalan en el Campo de Gibraltar han reclamado a los ayuntamientos que apliquen una moratoria en el cobro de las tasas e impuestos municipales. 

Los vendedores al aire libre tienen prohibida su actividad como consecuencia del estado del estado de alarma en España que entró en vigor el domingo, si bien desde el pasado miércoles los ayuntamientos de la zona fueron anunciando la progresiva suspensión de las citas.

El último mercadillo en instalarse fue el del pasado miércoles 11 de marzo en La Línea. No hay fecha prevista para volver a la actividad mientras duren las medidas decretadas por el Gobierno. 

"Nos han cortado radicalmente nuestro modo de vida. Entendemos que es una situación de fuerza mayor, esperamos que pase pronto", explica con resignación José Antonio Gómez, presidente de la Asociación de Comerciantes Ambulantes del Campo de Gibraltar-Fénix. El colectivo suma unos 110 socios en la comarca, si bien hay empresarios que también venden en la zona procedentes de otros puntos de la provincia o de Málaga. 

La asociación Fénix ha registrado un escrito ante la Diputación Provincial de Cádiz y los ayuntamientos de toda la comarca en la que solicita la suspensión del cobro de las tasas e impuestos municipales. "Sería una ayuda. Hay muchos empresarios que además del autónomo, tienen que pagar la letra de la furgoneta y las cuotas de la compra de mercaderías", sugiere el presidente de los empresarios del sector de la venta ambulante. 

El sector levanta sus puestos habitualmente los martes en Algeciras, los miércoles en La Línea, los viernes en Jimena, los sábados en Los Barrios y los domingos, en San Roque.

El colectivo, no obstante, teme lo peor. "Porque aunque sean solo los quince días que ha anunciado el Gobierno, entendemos que la gente tendrá miedo a salir. Sobre todo los más mayores. Y eso nos afecta igualmente. Hay una gran preocupación porque no todos los empresarios tienen capacidad para sobrellevar la cuarentena", concluye Gómez.