Carreteras

La A-7 se queda pequeña y triplica su tráfico desde 1991

  • La Bahía de Algeciras soporta 73.331 vehículos al día

  • La nueva circunvalación y el puente del Guadarranque, sin fecha

Una hilera de vehículos atascados en la A-7 a su paso por San Roque.

Una hilera de vehículos atascados en la A-7 a su paso por San Roque. / Erasmo Fenoy

Domingo 7 de abril. Acaban de pasar unos minutos de las 11:00 cuando una Ford Transit con matrícula de Marruecos que se dirige al Puerto de Algeciras cargada hasta los topes vuelca y se queda tumbada sobre el costado derecho a la altura de Casa Bernardo Macías. Una hilera de cachivaches que estaban precariamente atados al techo terminan esparcidos por todo el ancho del carril izquierdo de la A-7 mientras que el otro lo ocupa el vehículo.

El conductor tiene el susto de su vida –aunque afortunadamente apenas sufre unos rasguños– mientras que tras varias bicicletas retorcidas, el marco de una ventana y un par de escaleras decenas de campogibraltareños y sus motivos para desplazarse aquella mañana permanecen atrapados en la autovía hasta que el equipo de conservación libera uno de los dos carriles. Pero la hilera de vehículos supera ya los cuatro kilómetros.

La escena se repite con demasiada frecuencia en este tramo de la autovía que rodea la Bahía de Algeciras, la única vía de alta capacidad que jalona las principales poblaciones del área metropolitana del Campo de Gibraltar, donde reside un cuarto de millón de personas.

Cualquier pequeño roce o colisión por alcance se traduce de inmediato en una retención kilométrica evidenciando que la A-7 se ha quedado sobrepasada, con una media de 73.331 vehículos diarios a la altura de Palmones (punto kilométrico 111,2) en 2017 y sin visos de mejora a corto ni medio plazo. Son casi tres veces más volumen que en 1991, el primer año completo con la carretera N-340 desdoblada en autovía, cuando ese mismo tramo registró 26.999 vehículos de Intensidad Media Diaria (IMD), según las mediciones del Ministerio de Fomento.

IMD en la A-7 IMD en la A-7

IMD en la A-7 / Miguel Guillén

La autovía también supone un paso casi obligado para la entrada y salida de camiones del Puerto de Algeciras y las grandes industrias. El tráfico pesado representa un 5,7% del total (4.200 camiones diarios), aunque llegó a suponer el 15% en 2005, con casi 10.000 camiones al día.

A lo largo de la serie histórica, la autovía A-7 tuvo su mayor momento de saturación en 2009, cuando se alcanzaron los 75.351 vehículos diarios de promedio en el centro de la Bahía de Algeciras.

Pero aún hay un enclave más saturado dentro de la A-7, la circunvalación de Algeciras. En el punto kilométrico 106,2 (a la altura de la plaza de toros Las Palomas, aproximadamente) la IMD alcanzó en 2017 los 79.128, aunque apenas tres kilómetros más adelante (en sentido Tarifa) se reduce a 46.032. Ello se explica porque gran parte del tráfico local se mezcla con el que procede de la Bahía y se integra en el núcleo urbano.

Se trata de datos medios, por lo que las cifras puntuales llegan a duplicarse en momentos de máxima afluencia como el verano, cuando la autovía se puebla de matrículas extranjeras durante la Operación Paso del Estrecho. Solo en 2018 se contabilizó entre junio y septiembre el paso de 533.806 vehículos en el área de Algeciras rumbo a los ferris.

La consecuencia de este trasiego es clara: atascos por saturación prácticamente a diario en horas punta, generalmente sobre las 14:00 en sentido Algeciras provocados por los semáforos que regulan la travesía a su paso por Los Pinos y sobre las 20:00 en la zona Ciudad Jardín, cuando se produce el cambio de turno en las principales industrias de Palmones y Guadarranque.

Desde la conversión en autovía, la plataforma principal de la A-7 y su capacidad apenas han sufrido cambios. En 2006 se inauguró el enlace con la autovía A-381 (Los Barrios-Jerez) y en 2010 entró en servicio el doble puente de Guadacorte, valorado en 2,5 millones de euros. Aunque contribuyeron a descongestionar dos puntos saturados –el vetusto nudo hacia Los Barrios y polígono comercial de Palmones– el crecimiento del tráfico va por delante.

El bloqueo de los presupuestos de Pedro Sánchez dejan de nuevo la carretera en espera

El Campo de Gibraltar se mantiene a la espera de la construcción de una nueva variante que lleva en proyecto una década. En julio de 2009 se aprobó definitivamente el estudio informativo de la nueva A-7, con 16,97 kilómetros de longitud diseñados entre Los Barrios y El Higuerón (La Línea), con una inversión cuantificada entonces en 103,5 millones de euros.

La propuesta aprobada contemplaba, desde Los Barrios, un trazado en dirección norte que giraba hacia el este para salvar con un viaducto el río Guadarranque, la carretera A-405 y la línea de ferrocarril Algeciras-Bobadilla. A continuación, el trazado bordearía el norte del embalse de Miraflores para discurrir posteriormente al sur del Pinar del Rey. A partir de este punto, el trazado giraría hacia el norte para evitar la zona del Albarracín, en San Roque. La conexión con la A-7 se produciría al norte del enlace de El Higuerón, entre el Cerro de La Doctora y la Sierra del Arca.

Tras años en el cajón, el proyecto fue rescatado en los Presupuestos Generales del Estado de 2019 elaborados por el Gobierno del PSOE, aunque con una partida testimonial de 50.000 euros para justificar el reinicio de trámites burocráticos. Pero el bloqueo al proyecto presupuestario de Pedro Sánchez mantiene de nuevo congelada la iniciativa.

Tampoco hay avances en otra iniciativa que fue puesta sobre la mesa en 2010, la construcción de un nuevo puente para unir los polígonos de Palmones y Guadarranque a través de la carretera CA-9205. La Junta de Andalucía y la Diputación firmaron un protocolo para asumir la construcción del viaducto sobre el río Guadarranque con el objetivo de liberar tráfico pesado. A día de hoy, nada se sabe.

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