El segundo puente de Guadacorte se estrena en plena temporada punta de tráfico. Tras una larga espera que comenzó a mediados de 2007 con el anuncio del proyecto, por fin ha concluido una obra para la que se estimaba una ejecución de seis meses y que debió estar finalizada hace dos navidades. El dicho "a la tercera va la vencida" resume a la perfección los intentos frustrados de hacer operativa la doble pasarela sobre la A-7.

Las obras se adjudicaron el 3 de marzo de 2008 pero los trabajos se paralizaron a las pocas semanas. En 2009 se volvieron a retomar y un tiempo después cesaron de nuevo por la aparición de cables de telefonía que obligaron a redactar de nuevo el proyecto, lo que elevó el coste hasta los 2,5 millones de euros finalmente desembolsados por el Ministerio de Fomento.

Tras esta odisea y superado el duro invierno de 2009, el puente queda abierto al tráfico la semana pasada aunque continúan algunos pequeños retoques en los alrededores relacionados con el asfaltado. Es todo un regalo para los Reyes Magos que lo tendrán más fácil para acceder al polígono comercial Las Marismas, con un tráfico más fluido durante estas navidades, para comprar sus regalos.

El puente por fin se abrió in extremis para el puente de La Inmaculada -valga la redundancia- y ha venido como agua de mayo para todos los visitantes que ha recibido el complejo comercial durante los días festivos. Ha sido la principal diferencia frente a la campaña pasada, marcada por las colas.

Javier Grimaldi, concejal responsable de la Gerencia Municipal de Polígonos Industriales y Comerciales de Los Barrios, se muestra muy positivo ante la apertura de la infraestructura: "A pesar de los problemas, finalmente ha quedado muy bien. Se nota mucho que ya está en funcionamiento, el tráfico fluye con muchísima más agilidad y rapidez".

Según añade Grimaldi los empresarios de Guadacorte, con quienes mantuvo una reunión la semana pasada, están muy satisfechos porque ya se están comprobando los efectos positivos en las horas clave. Del mismo modo, los vecinos, tanto de Guadacorte como de Los Cortijillos están del mismo modo aliviados con la pasarela alternativa.

A pesar del importante alivio que, indudablemente, supone la obra, Grimaldi sostiene que el mayor problema continúa en la autovía. "Cuando la A-7 se colapsa, todo lo demás falla", reconoce. Detalla que si normalmente circulan por el tramo de la carretera de los polígonos unos 60.000 vehículos diarios, en Navidad la cifra puede llegar incluso a duplicarse, una cantidad para la que la vía no está capacitada. La solución alternativa pasaría, como es lógico, por la construcción de la variante de la A-7, una reivindicación histórica.

La delegada municipal de Los Cortijillos y Guadacorte, Monserrat Almagro, también expresa su alegría por la apertura de esta segunda vía que une los dos distritos de su competencia y aseguró que, aunque es pronto aún para apreciar verdaderamente los resultados, en plena campaña navideña se comprobarán los efectos.

Hasta ahora, año tras año la única opción viable para aliviar el tránsito de vehículos en la A-7 ante los miles de compradores de regalos navideños fueron los recorridos preestablecidos por Tráfico para dirigir los flujos de coches por puntos infrautilizados. Por otro lado, fue necesario colocar conos en las zonas más sensibles como el puente así como la colaboración de la Policía Local de Los Barrios en los días de mayor colapso en la carretera.

Para Grimaldi, éste es un importante paso, pero no el último. "Hay otra obra prevista para 2011, un puente en Guadarranque que unirá los polígonos de San Roque y Palmones", recuerda, y añade que "lo queda después de ésta unión será crear una vía que permita ir del polígono industrial de Palmones al de La Menacha sin necesidad de utilizar la autovía".

Este último proyecto, explica Grimaldi, ya ha sido remitido por los técnicos municipales al Ministerio de Fomento para su estudio y, en caso de materializarse, sería el culmen de un ambicioso proyecto de mejora de las conexiones de los polígonos de la comarca.