Este domingo, diecisiete de mayo, hubiese finalizado la liga regular de la temporada 2019-20, la que será para siempre la que quedó interrumpida por la crisis sanitaria generada por el Covid-19 (coronavirus). Tras la suspensión decretada por la Federación Española, la Real Balompédica Linense finalizó en la séptima plaza del grupo IV. Solo en tres ocasiones desde que regresó por última vez a Segunda B mejoró esa posición.

La visita a Talavera de la Reina, posiblemente con horario unificado, hubiese puesto ayer domingo fin a la temporada de la Real Balompédica… o no.

En el momento de la suspensión los albinegros eran séptimos, a seis puntos de la cuarta plaza y con varios duelos con rivales directos anunciados en las once jornadas que quedaron por disputarse.

El renovado técnico Antonio Calderón aventuró durante la cuarentena que el equipo volvería “a por todas” y que pelearía por la cuarta plaza. Nunca se podrá resolver la duda.

La séptima plaza de la Balona, que iguala la que conquistó en la campaña 2013-14, es la cuarta de las nueve andaduras que lleva disputadas de manera consecutiva en Segunda B.

Lejos quedan ya aquel subcampeonato de la 2011-12 que le abrió la puerta de la fase de ascenso que terminó en el Heliodo Rodríguez de Tenerife por culpa del arbitraje del vasco Aitor Gorostegi e incluso los sextos puestos de la 2012-13 y 2014-15. Lo que hubiese podido suceder esta vez nunca se sabrá y la estadística dirá que la Balona acabó séptima.