El calificativo lo puso el propio entrenador, Jordi Roger: la segunda vuelta de la Balona está siendo “una puta mierda”. Lo dijo, impotente, tras comprobar como su equipo había caído este sábado sin apenas oponer resistencia en Marbella (2-0) un resultado que con el paso de las horas ha cobrado peso, ya que tras la victoria del Ibiza sobre el Cartagena los de La Línea se han colocado, a falta de cinco jornadas, a cuatro punto de las plazas que darán derecho a jugar la Copa.

Las cifras no dejan lugar a dudas. La Balona, que era como comprensible dado su potencial económico, se fue alejando del sueño de la liguilla, empieza también a renunciar de facto al de la Copa. Lejos quedan aquellas campañas tras el último ascenso en el que la clasificación para el torneo del KO, con el actual entrenador del Europa FC, Rafa Escobar, en el banquillo, era casi tan sistemática como poco valorada.

Por un lado estás las tan recurridas dinámicas y sensaciones. En caso de recurrir a esos principios, apenas hay debate. La sensación de desilusión e indiferencia -no exenta de cierta indignación- invade a la mayor parte de la afición albinegra, que en buena medida se había dejado engolosinar, legitimada por la excelente marcha del equipo, por el cuento de la lechera.

Los fríos números dicen, sin embargo, que aún hay opciones. Se da la curiosa circunstancia de que en estos momentos ya sea con el sistema inicialmente previsto (los cinco primeros más las dos mejores puntuaciones) que con el que pretende implantar ahora la Federación en la asamblea del próximo día 29 (es decir, ocho equipos por grupo) la Balompédica está a cuatro puntos de las plazas que conceden el pasaporte. El goleaveraje, que puede acabar contando, es de momento favorable a los de La Línea.

Para llegar a esta situación la Balompédica, que acabó 2018 en puestos de liguilla, ha tenido que enhebrar por dos veces tres derrotas, algo que no había sucedido en ninguna de las tres campañas precedentes. Es más, en esas tres campañas solo lo hizo en dos ocasiones, es decir, en las mismas que el conjunto de Jordi Roger desde el pasado mes de enero.

En la andadura pasada la Balona, aquella que sufrió hasta la última jornada para lograr la permanencia en Murcia, solo enlazó una vez tres derrotas. Fue entre las jornadas 30 y 32, ante Mérida (2-0), Córdoba B (0-1) y precisamente el último verdugo, Marbella (1-0). En la 2016-17 el equipo de La Línea no perdió nunca tres partidos de manera consecutiva. Y en la 2015-16 solo lo hizo una vez, en las semanas cuarta a sexta, frente a Recreativo de Granada (0-1), Algeciras (1-0) y, otra vez, Marbella (0-2).