El exbalono Gerard Oliva se reencuentra con el gol 639 días después

El delantero catalán Gerard Oliva, que militó dos temporadas en la Real Balompédica Linense, puso fin el pasado domingo a un año, ocho meses y 26 días (o lo que es lo mismo 639 días) de sequía goleadora. El ariete, que en el mercado de invierno se incorporó a la UE Sant Andreu, hizo el primero de los cuatro goles que su equipo le endosó a La Nucía, cuya portería defendía, por cierto, otro exalbinegro, el meta Rodri Gea.

Gerard Oliva ha puesto fin a la maldición que le perseguía desde que el viernes 13 de mayo de 2022 puso su firma al tercero de los tantos que la Balompédica le endosó al Linares Deportivo (5-2) en encuentro de la trigésimo sexta jornada en Primera Federación. “Y cuando más se tambaleaba la Balona, llegó el 3-0, obra de Gerard Oliva”, significaba la crónica de Europa Sur.

El delantero no marcó en los dos últimos duelos de aquella andadura -en los que fue titular- ni en los 28 partidos (apenas ocho formando parte del equipo que arrancaba las contiendas) en los que tomó parte en la 2022-23, también en el equipo de La Línea. Oliva se lamentó en su marcha de la falta de confianza que los técnicos habían demostrado con él.

El pasado verano el futbolista tarraconense, de 34 años, firmó con el San Fernando Isleño de la Primera RFEF, que dio de baja su licencia en la Federación a finales del mes de noviembre del pasado año, para dar de alta al defensa Lillo Castellanos, si bien el exfutbolista balono se mantuvo en la entidad hasta que terminó 2023. Había vestido en siete ocasiones la camisola azulina, solo una como integrante del once inicial. Tampoco vio portería.

El 26 de enero y avalado por los éxitos que había cosechado en su paso por el Nàstic, se enroló en la UD Sant Andreu, que no solo aspira a jugar el play-off de ascenso a Primera Federación, sino que se ha aupado al quinto puesto en el grupo II de Segunda RFEF.

Oliva, que firmó una temporada con otra opcional, había participado en dos encuentros, el segundo como titular, en los que su equipo había resultado derrotado. Pero el domingo se reencontró con el triunfo al imponerse 4-1 a La Nucia, que de esta forma veía cortada una racha de cuatro jornadas sin perder, reforzado por la llegada al banquillo de Mario Cartagena.

El primer gol del equipo de casa llegó en una falta lateral que alcanzó el segundo palo, donde Gerard Oliva se adelantó a los defensas y empujó el esférico al fondo de la red. Basta ver su celebración para comprender lo que suponía esa diana para él. No es extraño. Había disputado 39 partidos y habían pasado 639 días desde la última vez que pudo festejar una diana.