La Real Balompédica Linense y el CD Estepona FS, que se enfrentarán el próximo domingo (12:00) en el Francisco Muñoz Pérez de la localidad costasoleña, han recibido este martes una triste noticia: la muerte de Ramón Bancalero Leal, que defendió los intereses del conjunto de La Línea y al predecesor del actual representante del fútbol de Estepona, en cuya ciudad residía desde hacia muchos años y en la que ha fallecido. Bancalero logró dos ascensos con la Balona.

Ramón Bancalero nació en Córdoba el 23 de noviembre de 1948. Se forjó en las categorías inferiores del Séneca y del Atlético Cordobés. En 1970 fue requerido en San Roque para cumplir el servicio militar y aunque se enroló en el conjunto rojillo fue reclutado por la escuadra albinegra después de haberse sometido a una prueba en un amistoso contra el Fariñas. Su primer partido fue otro partido sin puntos en juego, con el Algeciras Club de Fútbol como rival, en homenaje a Paco Cachaza.

El estreno en partido oficial se produjo el 23 de mayo de 1971 en la antepenúltima jornada de Liga contra el Malagueño. Entró en sustitución de Hermida. Una semana después volvió a jugar, como relevo de Infantes. El primer gol de Bancalero en benefició de la Balona lo anotó en la promoción para la permanencia ante el Real de Melilla en esa andadura 1970-71.

Una vea finalizada la mili se enroló en el entonces denominado CD Estepona, en el que militó dos campañas para luego marcharse al Hellín albaceteño (1973-74 y 1974-75) y al San Fernando (1975-76).

El buen sabor de boca que había dejado en su paso por el Municipal este batallador y veloz ariete, que destacaba por su poderío en el juego aéreo, le permitió regresar a La Línea en la 1976, con la Balompédica en la entonces denominada Regional Preferente. Se erigió en el máximo goleador (con 16 tantos) y celebró el primero de sus dos ascensos con la entidad.

Joaquín Carreras le reclutó para el CD La Cava de Cataluña, por el que tuvo un paso efímero para volver a enfundarse la camisola blanquinegra en las andaduras 1981-82 y 1982-83, lo que le permitió participar de su segundo ascenso, el primero de la Balona a la ya extinta Segunda B, que se consumó en el estadio Ipurúa de Éibar el 19 de junio de 1983.

El entrenador sevillano Enrique Alés no contaba con sus servicios en la categoría de bronce, lo que precipitó su retirada.

La Real Balompédica ha expresado su pesar por la pérdida de “uno de los jugadores más carismáticos del último medio siglo”, una tristeza a la que se ha unido la Asociación de Veterenos (Averbal).