El sevillano Kike Gómez se tomó el pasado sábado su particular revancha a una temporada que empezó muy esquiva para él. El punta tuvo que renunciar en el mercado de invierno a su sueño de jugar en la Balona. Regresó a Gibraltar, de donde procedía. Solo que esta vez al Lincoln. Un gol suyo en el minuto 53’ suponía el 2-0 del triunfo de los reds sobre el Europa. Una victoria que les otorga el título de Liga y les garantiza su presencia en la fase previa de la Champions League.

Kike Gómez, que prefiere no volver a analizar su pasado en la Real Balompédica, se confiesa “muy feliz” de haber podido contribuir al título de su equipo.

“Estoy muy agradecido por la confianza que han puesto en mí tanto la junta directiva como el entrenador y mis compañeros”, recalca el punta.

Kike Gómez recaló en la Balona en verano, procedente del Europa de la Premier de la colonia británica, no sin más de una polémica de por medio. Fue alineado nueve veces, pero solo dos como titular y en una de estas últimas, ante el Villanovense, anotó su primer tanto en Segunda B.

Su relevo como referente ofensivo fue Buba Bakari, que llegó procedente del San Fernando. Jugó en quince ocasiones. Seis de ellas como integrante del equipo inicial. Marcó dos goles, ambos en las dos últimas jornadas disputadas. El pasado domingo en el Municipal desafió a la afición llevándose los índices a los oídos tras marcar el 1-0 ante el Don Benito.

Kike ha jugado siete partidos el Lincoln. Cinco de ellos, desde el primer minuto. Ha marcado en siete ocasiones. La última para cerrar el triunfo más decisivo de su equipo durante toda la temporada.