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La Balompédica cocina sus éxitos a fuego lento

  • Los ayudantes de Baby, parte fundamental de los resultados de los albinegros · El técnico dice que David Rico es "tan entrenador" como él y que Partal es "un patrimonio del club"

Los éxitos que la Real Balompédica está conquistando en la presente andadura -y que pretende redondear con el ascendo a Segunda división B- tienen, como todos, actores de reparto. Son aquellos que casi nunca aparecen en los medios de comunicación y cuyos nombres no recitan los aficionados pasados unos años cuando desempolvan sus recuerdos. La peculiar personalidad de su entrenador, Gabriel Navarro Baby mantiene, empero, en constante actualidad la identidad de sus colaboradores más directos: el segundo entrenador, David Rico, el preparador físico, Miguel Partal, y el entrenador de porteros, Miguel Ángel Ordóñez Chichi.

Todo eso sin olvidar a José García El Masa, los utileros Manuel Valenzuela Pipi, Rafael Larios Chacón Calmante y el fisio Gil Juan, que también habitan en la sala de máquinas de un equipo que camina con paso firme hacia la categoría de bronce del fútbol nacional. Una división que nunca debió abandonar.

David Rico, muy vinculado al proyecto de Alfredo Gallardo desde que éste desembarcó en el club, está afrontando su tercera fase de ascenso en un banquillo y aún le dura el regusto amargo que dejaron las eliminaciones en Mérida y Granada junto a Raúl Procopio, que también le concedió el máximo protagonismo. Como jugador disputó una con el Melilla.

Del ex futbolista, que vivió sobre el césped el amargo descenso en Mallorca, dice Baby que es "igual de entrenador" de la Balompédica que él mismo y agrega: "Sin su ayuda no hubiese podido hacerme cargo del equipo ni trabajar como lo he hecho".

Basta seguir las evoluciones de ambos en el banquillo durante cualquier partido de competición para percatarse de que el veterano preparador algecireño tiene tanta confianza en Rico que más que nombrarle su delfín se puede decir, sin temor a que alguien se sienta ofendido, que forman un tándem. Comulgan con ideas muy similares y existe una relación de fidelidad entre ambos difícil de encontrar en cualquier grupo de trabajo.

A Miguel Partal también le avalan su labor y los frutos de ésta. Si algún aficionado albergaba alguna duda, ésta se disipó el pasado domingo durante el encuentro que el equipo albinegro disputó en Isla frente al Anguiano. La exhibición que ofrecieron los jugadores del equipo de La Línea ante un rival muy físico y en un terreno de juego más que pesado como consecuencia de las precipitaciones caídas en La Rioja alavesa los días precedentes demuestran que Partal ha conseguido que la plantilla llegue en las mejores condiciones posibles al momento decisivo de la competición. Sin que haya habido baches notables a lo largo de la presente andadura.

Baby no se cansa de repetir que Miguel Partal debería ser "un patrimonio del club" y permanecer al servicio de la entidad "esté o no esté" él en el cargo.

Partal vivió tiempos mucho peores en el seno de la entidad, en los que los problemas económicos fagocitaban la ilusión de los jugadores por alcanzar éxitos deportivos. Ahora sonríe porque puede dedicar todo su esfuerzo a desempeñar su trabajo.

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