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La nueva generación de motos eléctricas: eficiencia, uso urbano y cambio de hábitos

En términos de autonomía, la nueva S02 homologa hasta 138 kilómetros

19 de diciembre 2025 - 05:00

Andalucía es, desde hace años, la comunidad autónoma con mayor número de motos matriculadas en España. Este vehículo forma parte del día a día de sus ciudades, tanto por clima como por estructura urbana. Málaga es uno de los ejemplos más claros: según el Anuario Estadístico General de la DGT, cuenta con una moto por cada nueve habitantes, una de las ratios más altas del país. Este peso histórico de las dos ruedas convierte a la región en un buen termómetro para analizar cualquier cambio en los hábitos de movilidad.

Y el cambio, aunque gradual, ya está en marcha. Dentro de un parque dominado todavía por modelos de combustión, las motos eléctricas empiezan a ganar presencia, especialmente en entornos urbanos. No se trata de una sustitución inmediata ni de una ruptura abrupta, sino de una transición progresiva impulsada por factores muy concretos: regulación, costes operativos, facilidad de uso y adaptación a la ciudad.

Un mercado con tendencia clara

Actualmente, las motos eléctricas representan alrededor del 5% del mercado total de matriculaciones en España. Es una cifra modesta si se compara con el volumen global del sector, pero suficiente para confirmar una tendencia sostenida al alza. El crecimiento se produce de forma desigual, con mayor penetración en grandes ciudades y entre determinados perfiles de usuario.

Por un lado, el consumidor particular urbano, que busca una solución de movilidad eficiente, económica y compatible con las zonas de bajas emisiones. Por otro, el ámbito profesional, especialmente flotas de reparto, riders y servicios de motosharing, donde la moto eléctrica ha encontrado un encaje especialmente claro. En ambos casos, el criterio principal no es ideológico, sino práctico. La moto eléctrica se adopta cuando encaja en el uso real del usuario y ofrece ventajas operativas claras frente a la combustión.

Regulación y ciudad: el contexto que acelera la adopción

La implantación progresiva de zonas de bajas emisiones en las principales ciudades españolas está teniendo un impacto directo en la elección de vehículo. Las restricciones al tráfico contaminante afectan de forma creciente a las motos de combustión, especialmente a los modelos más antiguos, y generan incertidumbre a medio plazo.

En este contexto, la moto eléctrica ofrece una ventaja evidente: acceso garantizado a zonas restringidas, independencia frente a futuras normativas y una mayor previsibilidad de uso. En ciudades como Málaga, Sevilla o Granada, donde la moto es una herramienta esencial para desplazamientos diarios, esta seguridad regulatoria empieza a pesar en la decisión de compra.

A ello se suma la reducción del ruido urbano, un factor cada vez más tenido en cuenta en políticas municipales, aunque en este caso no es el argumento principal para el usuario final, es una consecuencia adicional del modelo eléctrico.

El peso del coste total del uso

Más allá de la regulación, uno de los factores que más está influyendo en la expansión de la moto eléctrica es el coste total de uso. La ausencia de elementos como aceite, embrague, caja de cambios o sistemas complejos de escape reduce de forma notable las averías y el mantenimiento periódico. El consumo eléctrico, por su parte, resulta significativamente más barato que el combustible fósil, especialmente en un contexto de precios energéticos volátiles.

Este cálculo es especialmente relevante para usuarios intensivos, como repartidores o flotas, pero también empieza a ser tenido en cuenta por particulares que utilizan la moto a diario.

El papel del motosharing como puerta de entrada

Uno de los elementos que más ha contribuido a normalizar la moto eléctrica en las ciudades es el motosharing. Los servicios de moto compartida permiten a miles de usuarios utilizar una moto eléctrica sin necesidad de compra, familiarizándose con su funcionamiento en trayectos cotidianos.

Desde Silence, la marca española de vehículos eléctricos de ACCIONA, destacan este papel como vía de entrada al mercado. Según explican desde la compañía, muchos usuarios se acercan por primera vez a la moto eléctrica a través del sharing y descubren una experiencia de uso cómoda, ágil y perfectamente adaptada a la ciudad. Esta exposición directa reduce barreras y acelera la adopción posterior, tanto en forma de compra particular como en flotas profesionales.

Silence y el sistema de intercambio de baterías

Uno de los elementos diferenciales de las motos eléctricas de Silence es su sistema de batería extraíble. En lugar de depender exclusivamente de la recarga convencional, los vehículos pueden sustituir una batería descargada por otra completamente cargada en menos de treinta segundos. Este sistema permite que las motos operen de forma continua, sin necesidad de detener la actividad durante horas para recargar. Para flotas y riders, este aspecto resulta determinante, ya que elimina uno de los principales límites operativos de la movilidad eléctrica. ACCIONA ha desplegado una red de intercambio que cuenta ya con alrededor de 180 puntos en España y una veintena en Francia, facilitando la adopción del modelo tanto para usuarios particulares como para empresas.

Novedades del sector: la renovación de la Silence S02

En este contexto de crecimiento del mercado, Silence ha iniciado la comercialización de la versión renovada de su scooter S02, un modelo que ha liderado las ventas en Europa dentro de su categoría durante los últimos cinco años. La actualización responde a una estrategia continuista, centrada en mejorar aspectos clave del uso urbano. La nueva S02 incorpora una rueda delantera de mayor diámetro, lo que se traduce en un aumento de la estabilidad y la seguridad, especialmente en superficies irregulares o en circulación intensiva por ciudad. Por primera vez, el modelo incorpora también un espacio bajo el asiento con capacidad para un casco integral, una mejora funcional muy demandada por los usuarios en el día a día.

Más ligera, más eficiente, más preparada para el uso intensivo

El peso del vehículo se ha reducido hasta los 132 kilogramos, lo que mejora su maniobrabilidad y facilita su uso prolongado. Esta característica resulta especialmente relevante para repartidores y flotas profesionales, que requieren vehículos ágiles, fáciles de manejar y adaptados a jornadas largas. En términos de autonomía, la nueva S02 homologa hasta 138 kilómetros, una cifra que la sitúa como referente en su segmento y permite cubrir una jornada completa de uso urbano sin necesidad de recarga intermedia. La batería extraíble de 5,6 kWh es la misma que emplean otros vehículos de la marca, lo que facilita la interoperabilidad dentro de flotas mixtas y optimiza la gestión energética.

Uso privado y uso profesional, un mismo planteamiento

La versatilidad es uno de los puntos fuertes del modelo. Para el usuario particular, la S02 ofrece una solución práctica para desplazamientos urbanos diarios, con bajos costes de uso y acceso garantizado a zonas restringidas. Para empresas y operadores de movilidad, se convierte en una herramienta de trabajo eficiente, pensada para operar sin interrupciones. La conectividad integrada permite además mejorar la gestión del vehículo, optimizar rutas y controlar parámetros clave en tiempo real, algo especialmente valorado en servicios de reparto y sharing. La nueva generación de motos eléctricas se abre paso sin estridencias, apoyada en soluciones técnicas concretas y en un uso real que responde a las necesidades del día a día. Más que sustituir, complementa y redefine la movilidad urbana en dos ruedas. En ese proceso, modelos como la Silence S02 ilustran cómo la electrificación de la moto deja de ser una promesa de futuro para convertirse en una opción plenamente operativa en el presente.

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