Andalucía

Andalucía es la segunda comunidad de régimen común con impuestos más bajos

Campaña de liquidación del Impuesto sobre la Renta.

Campaña de liquidación del Impuesto sobre la Renta.

El Índice Autonómico de Competitividad Fiscal que publica cada año la Tax Foundation confirma que Andalucía es este ejercicio la segunda comunidad autónoma de régimen común más competitiva fiscalmente, es decir, con los impuestos más bajos, sólo por detrás de la Comunidad de Madrid.

Es la primera vez que Andalucía ocupa una posición tan alta en el Índice Autonómico de Competitividad Fiscal de la Tax Foundation, que con el de este año cumple siete ediciones, ha informado la Consejería de Economía. En 2018, Andalucía aparecía en novena posición entre las comunidades de régimen común y desde 2019 ha ido escalando posiciones "gracias a la política tributaria puesta en marcha por el Gobierno andaluz", según la Junta.

"Hemos pasado de ser el infierno fiscal de 2018 a encabezar el ránking como número dos y sólo por detrás de la capital española", ha apuntado la consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, Carolina España, que ha celebrado que "somos competitivos fiscalmente y eso lo han demostrado los 400.000 contribuyentes más desde 2018 y los 7.777 millones más recaudados".

El informe, elaborado en colaboración con la Fundación para el Avance de la Libertad, coloca a Andalucía en tercera posición en el cómputo de todas las comunidades, incluidas las que tienen un régimen económico propio, como es el caso del País Vasco y Navarra. En ese ránking, Andalucía queda incluso por encima de Navarra.

En la edición de 2022, Andalucía ocupaba la cuarta posición entre las comunidades de régimen común, por detrás de la Comunidad de Madrid, que se mantiene al frente del escalafón, Canarias y Castilla y León. La Junta ha precisado que el informe de 2022 no pudo tomar en consideración las medidas aprobadas en la sexta bajada de impuestos impulsada desde 2019, porque el índice se publicó en octubre, al mismo tiempo que se aprobaban medidas como la deflactación de los tramos autonómicos del IRPF y de los mínimos personales y familiares exentos de tributación, o la supresión, mediante la bonificación del 100 % de la cuota, del Impuesto sobre el Patrimonio.

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