"La sensación de ingravidez al bucear es fantástica"
FontaneroCádiz Campos sostiene que el buceo es una afición donde no existe la competitividad de la caza, los aficionados colaboran para avistar el mayor número de especies posible. (Foto: Shus Terán).
Dedica su jornada laboral a ajustar tuberías, calentadores de gas y calefacciones. Su tiempo libre se ocupa bajo el mar como buceador aficionado. El caso es estar siempre pensando en agua. Jorge Cádiz, tarifeño de 35 años (recién cumplidos) se confiesa como un auténtico enganchado al buceo en la Isla de Las Palomas, un entorno privilegiado.
No se trata de una afición más cara que, por ejemplo, la caza mayor y los beneficios que reporta son incontables. "La sensación de ingravidez al bucear es fantástica", comenta tras tres años desde su primera inmersión y tras haber viajado hasta Egipto para zambullirse en las aguas del Mar Rojo, donde pudo ver corales y una biodiversidad única.
Como fontanero, guarda para sí numerosas anécdotas en las que, con sólo cambiar una tubería, se pueden intuir infidelidades conyugales. "En otros casos, sucede que el matrimonio comienza a discutir y estás con la cabeza debajo del fregadero, pasando el mal trago", comenta.
Uno de sus trabajadores sí ha atendido a personajes del famoseo en sus veraneos tarifeños. "A mí no me ha tocado todavía ninguno, o si eran famosos de medio pelo, no me acuerdo", concluye.
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