El río Guadiaro llegó a la Bahía y el mar a Jimena

Nuestra existencia es tan efímera, incluso los periodos históricos son tan recientes en comparación con los 4.500 millones de años de edad de nuestro planeta, que nos resulta inconcebible que el Campo de Gibraltar, en cuestión de unos pocos millones de años, haya sufrido alteraciones tan profundas y radicales en su fisonomía que hipotéticos mapas de hace millones de años mostrarían unas topografías y litorales insólitos, imposibles de reconocer hoy día, pero que han sido verificados gracias a investigaciones geológicas.

Fueron tan radicales los cambios que en una remota ocasión el río Guadiaro desembocaba en la Bahía de Algeciras y, por otro episodio geológico, el nivel del mar fue tan elevado que redujo la cumbre del Peñón a un islote y gran parte de nuestra comarca estuvo tan sumergida que, hipotéticamente, Jimena hubiese podido tener un puerto de mar, (ver ilustraciones incluidas al respecto).

Estos drásticos episodios geológicos se debieron a que, a lo largo de la Era conocida como Cuaternaria, la secuencia de un gran periodo de glaciación y otro interglaciar produjeron enormes cambios del nivel del mar con oscilaciones de decenas de metros en todo el planeta.

Durante la gran glaciación, el nivel del mar descendió unos cien metros respecto a la cota actual, por el colosal volumen de agua transferida a los continentes en forma de nieve y de hielo. En gran parte de ellos se formaron capas de hielo que alcanzaron más de un kilómetro de espesor. Llegada la era cálida interglaciar tuvo lugar el deshielo, con un largo periodo de lluvias torrenciales. Ocurrió en el Pleistoceno, una era geológica llamada también Diluvial; de ello hace unos dos millones de años.

Al llegar el diluvio, el río Guadiaro, por una progresiva elevación del terreno, encontró bloqueada su habitual desembocadura en el Mediterráneo y se vio obligado a torcer hacia la derecha, por terrenos de sedimentos fluviales, excavándolos hasta encontrarse con los ríos Hozgarganta, Guadarranque y Palmones. El enorme caudal de los cuatro ríos, la colosal masa de agua, al llegar a lo que entonces era una meseta, labró una profunda garganta -evidente en cartas marinas actuales- y, a continuación, toda la Bahía de Algeciras.

Más tarde, el descomunal deshielo mundial hizo subir el nivel del mar decenas de metros por encima del que tiene en la actualidad. Del colosal avance del mar en los acantilados del Peñón de Gibraltar, erosionados por las olas y las mareas a distintas alturas, hay huellas evidentes.

Decenas de metros del nivel del mar por encima del actual (ver ilustración) supuso que los lugares en los que vendrían a asentarse las ciudades de Gibraltar, La Línea, San Roque, Los Barrios, Algeciras y Tarifa serían fondos marinos. Y que, en la proximidad de Jimena de la Frontera, que se encontraría al fondo de una extensa bahía, como hipótesis se podría haber construido un puerto.

Cambios tan radicales en la topografía del terreno y el mar ocurrieron en otras partes, por ejemplo, antes de la Gran Glaciación, Inglaterra y Francia estaban unidas por tierra y el mar del Norte no existía, también era tierra firme. Cuando llegó el gran deshielo, se formó allí un gran lago y sus aguas irrumpieron hacia el sur abriendo el actual canal de La Mancha.

¡Cuántos insospechados cambios de paisaje -increíbles pero ciertos-, por el eterno tejer y destejer de la Naturaleza, descubren la atenta lectura y el análisis de las piedras, mediante la investigación científica basada en pruebas veraces y palpables!

Nikita Kruschev "Los políticos son siempre iguales. Prometen construir un puente incluso donde no hay río".

Jean Giradoux "Compórtate con tu mujer como te comportarías, si te gustara, con la de otro".

Moliere "Cuanto más empeño manifiestes en ser tenido como hombre de talento, tanto menos conseguirás agradar".

Proverbio castellano "Todos obedecen a gusto cuando el que manda es justo".

Confucio "Un gobierno es bueno cuando hace felices a los que viven bajo él y atrae a los que viven lejos".

Manuel Alcántara "Se cuenta de don Miguel de Unamuno que cuando oía hablar desmesuradamente bien de alguien ptguntaba: "¿Contra quién es ese elogio? ¿Es que ha muerto?".

Periandro "Evita siempre la tristeza; que tu alegría no sea el fruto de las circunstancias favorables, sino fruto de tí mismo".

Bracton "El rey es más que cada individuo y menos que la comunidad".

l CONEJO.- Que la pata de conejo es un poderoso talismán que propicia la buena suerte es algo tan conocido como remoto en el tiempo. Es apreciada por los jugadores de azar, que la llevan consigo para invocar a la buena suerte.

lHORMIGUEOS.- Antiguamente, que se "durmiera" un pie se consideraba que andaba rondando el Demonio. Se creía que haciendo la señal de la cruz sobre el zapato correspondiente "Se quita el hormigueo y se alejaba al Maligno". Si no se acude a la ayuda divina, también había remedios humanos: "Verter un poco de sal y trazar un círculo sobre el zapato, y cruzar los dedos mientras se escupe por la comisura de los labios". Sin embargo, cualquiera de estos recursos tenía asegurado el éxito, pues el hormigueo ocasional, no patológico, se cura solo.

l EL COLOR ROJO.- Se creía que las ligas de color rojo y las telas de lana roja protegían del reumatismo, las fiebres y las viruelas. Además, no hace muchos años, si un niño tenía sarampión, para que "le saliese éste, se debía envolver en una manta o un paño rojo".

l LOS GATOS.- Los gatos vivían tranquilamente hasta que la Iglesia, allá por el siglo XIII, los convirtó en objeto de sus iras y empezó una cruel persecución contra ellos. En aquellos tiempos se creía que las brujas se metarfoseaban en gatos negros para pasar desaparcibidas por la calle y que eran la representación del Diablo.