PARQUES Y JARDINES

El Ayuntamiento de Algeciras fija la reapertura del María Cristina para la segunda quincena de abril

  • Muchas de las plantas que se retiraron del parque para permitir las obras subsisten ahora en el vivero municipal de Huerta Grande

  • El Consistorio también trabaja en la creación de un ambigú en la zona del parque feria

  • Fotos de la visita al vivero municipal de Algeciras

Un trabajador del vivero ante una de las mesas de plantación.

Un trabajador del vivero ante una de las mesas de plantación. / Erasmo Fenoy

En el entorno de Huerta Grande, en Pelayo, se encuentra el vivero municipal: un auténtico manantial verde del que beben las calles y parques de Algeciras. En sus semilleros y bancales se producen, mediante diferentes métodos y recursos propios, la mayoría de las especies vegetales que adornan la ciudad.

"Esto ha cambiado mucho", cuenta Alberto Piña, ingeniero técnico agrícola para el Ayuntamiento en los últimos diez años, además de especialista en jardinería y hortofloricultira. Desde 2015, las instalaciones han ido mejorando hasta convertirse en lo que son hoy: una paradisiaca parcela con un túnel invernadero de 320 metros cuadrados que alberga mesas de cultivo de última generación, 1.000 metros cuadrados de bancales para el riego de las diferentes plantas por inundación, cercados con bordillos de 650 metros lineales, pasillos pavimentados y escaleras de transición entre las diferentes plataformas, pasos de agua y más de 100 metros de canaletas.

Todo con la banda sonora del piar de los pájaros y el correr del agua de las torrenteras que descienden por Huerta Grande. "El vivero es para la ciudad", expresa Ángel Martínez, concejal de Parques y Jardines.

Los bancales en la parcela de Huerta Grande. Los bancales en la parcela de Huerta Grande.

Los bancales en la parcela de Huerta Grande. / Erasmo Fenoy

Algeciras: planta madre

"Nosotros producimos a demanda", explica Alberto Piña. "Según las necesidades de la ciudad, las obras previstas y los planes urbanísticos, así procedemos desde el vivero". Y agrega que priman las especies autóctonas que requieren poco mantenimiento posterior, en detrimento de las plantas de temporada.

Algunas se sacan a través de esquejes, otras por semillas, por división de matas… "Toda la ciudad de Algeciras nos sirve como planta madre" y completa que, por ejemplo, obtienen brotes de las medianas ya sembradas. "Cuando podamos, después traemos hasta Huerta Grande esos recortes y los multiplicamos". Es un círculo cerrado y un magnífico ejemplo de reciclaje de exceso botánico. 

Actualmente, el vivero cuenta con unas 400 variedades de especies distintas que suman en total alrededor de 20.000 plantas. La arboleda se guarda en otra parcela municipal.

Alberto Piña y Ángel Martínez en el interior del invernadero. Alberto Piña y Ángel Martínez en el interior del invernadero.

Alberto Piña y Ángel Martínez en el interior del invernadero. / Erasmo Fenoy

El nuevo parque María Cristina

Muchas de las plantas que se retiraron del parque María Cristina con motivo de las obras que arrancaron el pasado mes de septiembre subsisten ahora en esta parcela de Pelayo, a la espera de volver a ser replantadas. Se estima que el principal pulmón verde del centro de Algeciras vuelva a abrir al público en la segunda quincena del mes de abril, apenas un mes antes de las elecciones municipales del 28 de mayo. 

Para Ángel Martínez, el parque va a ser "un espectáculo". A nivel de vegetación, Alberto Piña adelanta que va a sufrir "un cambio radical". "Antes estaba prácticamente desnudo", declara en referencia al nuevo sotobosque de los parterres. "El nivel superior lo tenemos cubierto con los árboles, los nuevos y los que ya existían, pero el segundo nivel va a suponer la novedad más importante".

Ambos responsables prometen una vegetación exuberante a nivel arbustivo y tapizante aprovechando el clima subtropical de la zona. "Va a ser un parque muy fresco, con mucho verde en sus distintas tonalidades. No tanto la floración, que la habrá, sino diferentes cromatismos a lo largo de todo el año a través de las hojas", detalla el ingeniero.

El sembrado de las nuevas especies vegetales en el María Cristina ya ha comenzado en los parterres de la parte sur. Conforme transcurran las semanas, los técnicos irán avanzando hacia el norte, donde se encuentra la zona infantil, así hasta introducir unas 17.000 plantas de sotobosque de 140 especies diferentes, además de un centenar de árboles de hoja caduca y perenne. A comienzos de noviembre se colocaron ejemplares de magnolio con el objetivo de dar sombra tanto al interior del recinto como a la calle paralela, la de Capitán Ontañón. Y, cuando las temperaturas se suavizaron un poco, llegaron los cipreses y las palmeras.

Algunas de las plantas que repoblarán el sotobosque del María Cristina. Algunas de las plantas que repoblarán el sotobosque del María Cristina.

Algunas de las plantas que repoblarán el sotobosque del María Cristina. / Erasmo Fenoy

Lo peor ya se ha hecho

Reconoce Martínez que "lo peor ya se ha hecho", en referencia a las nuevas canalizaciones, el cajeado del albero, la instalación del sistema de riego, la adecuación del alumbrado, la restauración de las verjas del muro perimetral, la supervisión arqueológica... El siguiente gran paso consistirá en instalar el sistema de fuentes.

"A partir de ahora, iremos trabajando a nivel de superficie". Piña admite que, como en cualquier obra, "cuando empiezas a meterle mano al proyecto, parece que estás destruyendo: te pasas el día abriendo zanjas, demoliendo esto y lo otro... Al fin, en el María Cristina hemos entrado en la fase de creación. Esta semana, por ejemplo, estamos arreglando bordillos y plantando". 

Cada planta tendrá su nomenclatura y un código QR para obtener más información con los datos botánicos de la especie, algo que favorecerá las visitas guiadas por el recinto.

Preparación de nuevos maceteros para la Plaza Neda. Preparación de nuevos maceteros para la Plaza Neda.

Preparación de nuevos maceteros para la Plaza Neda. / Erasmo Fenoy

La polémica tala de árboles

Mientras habla, el ingeniero agrícola recorre el vivero y supervisa muchas de las especies que, en breve, crecerán en el parque: cyca, phormium, perovskia, ipomoea hybrida, epipremnum... La mayoría de las macetas porta un pequeño cartel informativo donde especifica su contenido.

Ángel Martínez es consciente de que se aproximan elecciones municipales, pero asegura que prefiere seguir haciendo la reforma sin precipitaciones. "La obra comenzó con retraso por un completo absurdo. La tala de ciertos árboles que estaban en mal estado fue una decisión puramente técnica". Y recuerda la reciente caída de un pino centenario en el hotel Reina Cristina a causa del temporal de levante.

Toma la palabra Piña: "Imagina que acometemos la reforma del parque y, al poco, uno de esos árboles que estaban en duda, se cae. ¿Entonces qué hacemos? La gran mayoría de los ejemplares que se han talado son árboles que estaban debajo de los plátanos, atrincherados y que no podía crecer porque no tenían luz".

Cuenta Ángel Martínez que también han sido muy criticados por colocar una lona alrededor del recinto durante el tiempo que se desarrollan las obras. "No hemos pretendido ocultar nada. De hecho, desde la terraza del restaurante Los Remedios o a través de la valla del parque infantil puede verse todo perfectamente. No podemos levantar el albero de los caminos sin colocar una malla", argumenta el concejal.

El objetivo de Alberto Piña es que el nuevo María Cristina se convierta en un referente para la jardinería del Campo de Gibraltar. Entre tanto, coordina la carga de unos nuevos maceteros que van a instalarse en la plaza Neda.

Alberto Piña supervisa las especies que irán al parque María Cristina. Alberto Piña supervisa las especies que irán al parque María Cristina.

Alberto Piña supervisa las especies que irán al parque María Cristina. / Erasmo Fenoy

El futuro de las Acacias

Tres empleados municipales trabajan alrededor de las mesas de cultivo que hay en el interior del túnel. Verdaderamente parece un laboratorio. Prueban que especies se dan mejor, las características de cada una, las combinan... "El mercado de la jardinería tiene sus tendencias, pero aquí también desarrollamos nuestros propios ensayos", ilustra Piña. "Ahora están muy de moda las gramíneas, aunque cada uno tiene su manera de trabajar".

"La propensión es ir eliminando las plantas de temporada, si bien hay zonas en las que resultan inevitables, como las rotondas o determinadas medianas". La debilidad de este ingeniero agrícola es la jardinería inglesa y, en este sentido, se siente particularmente satisfecho con las labores que han ejecutado en el cementerio antiguo de Algeciras. "Todos los años le vamos haciendo mejoras".

El parque de las Acacias, también llamado parque Smith, situado en la Villa Vieja y, por tamaño y riqueza, el segundo después del María Cristina, supondría un más que atractivo reto para Alberto Piña. "Tenemos hecho un proyectito de mejora", aclara Martínez. "Lo que necesitamos ahora es presupuesto para llevarlo a cabo". De momento, este jardín de interés cultural tendrá que conformarse con el último remozado consistente en el cambio de las farolas y bancos y una mano de pintura. "Se le ha dado un lavadito de cara, pero sabemos que necesita un plan de mayor envergadura para recuperar el jardín inglés que fue en su día", admite el responsable del ramo.

Una de las mesas de cultivo en el túnel de Huerta Grande. Una de las mesas de cultivo en el túnel de Huerta Grande.

Una de las mesas de cultivo en el túnel de Huerta Grande. / Erasmo Fenoy

La lacra del vandalismo

El vivero también es un destino frecuente dentro del calendario de excursiones escolares. Próximamente, será visitado por grupos de mayores y personas con discapacidad. Para ello, se han instalado unas mesas de picnic que permiten a los alumnos realizar sus propias plantaciones. Martínez y Piña las muestran satisfechos. "¿A que estar aquí es una gozada?", comentan. También hay un proyecto para crear un segundo invernadero tipo túnel mediante sistema de sombreo que permitirá que arraigue otro tipo de vegetación. 

A la pregunta de si piensan "meterle mano" próximamente a las barriadas de Algeciras, responden que ya lo hacen en San García y la carretera de Getares, y que tienen previsto acometer una serie de actuaciones en San Bernabé y en la rotonda de El Saladillo, donde se va a sembrar un olivo singular. "Va a dar que hablar, igual que la rotonda de la ceiba", bromea el concejal, criticado por los árboles elegidos para adornar la carretera de El Rinconcillo. Esta delegación también está ampliando los parques infantiles de La Ermita y Sotorebolo. Finalmente, barajan sacar licencia para instalar un ambigú en el parque feria

Sin embargo, no todo el monte es orégano. Admite el responsable de Parques y Jardines que, en Algeciras, la lacra del vandalismo supone, en determinados puntos, una batalla perdida de antemano. A comienzos de febrero, unos salvajes destrozaron el parque municipal de la barriada de Pescadores tres días después de que el Ayuntamiento finalizase unas obras de mejora. "Al final, estos daños sobre bienes públicos los pagamos todos los ciudadanos". Y lamenta: "A veces, hay cosas que preparamos por la mañana y, por la tarde, ya no existen".

"Debemos entender que, con la vegetación, podemos cambiar la fisonomía de la ciudad", prosigue Martínez. "Desde la ceiba hasta el Puerto, el ciudadano recorre ahora todo un corredor verde unificado". Y destaca la importancia de la planificación para evitar "un batiburrillo estético" que, en su opinión, es lo que sucede en El Rinconcillo o La Bajadilla. "Todo debe tener un porqué", resuelve el concejal. Por supuesto, también en el mundo de la botánica

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