Una puesta en escena real

En plena Plaza Alta un albergue municipal abrió ayer sus puertas. Con una carpa y carteles en los que se podía leer "recepción" y la supuesta fecha de inauguración del servicio -7 de marzo de 2005-, Pro Derechos Humanos (Apdha) escenificaba su queja en Algeciras por el Día de las Personas Sin Techo. No faltaron tampoco carteles alusivos a la inversión en emergencia social del Ayuntamiento, que según calcula el colectivo es de 200.000 euros y se ha gastado unos 70.632 en ocho meses.

El portavoz de la Apdha, Andrés de la Peña, explicaba ayer que la acción social pretende evidenciar la falta de un albergue municipal en Algeciras. Recordó que en 2005 se aprobó por unanimidad en pleno la construcción de un albergue pero en todos estos años "no ha habido dinero". De la Peña explicó que la Fundación Cruz Blanca es la única que palía actualmente la falta de albergue, labor que también venía haciendo la Casa La Esperanza de Pescadores, que lleva más de un año cerrada a la espera del pronunciamiento del Obispado de Cádiz, a pesar de que el Ayuntamiento invirtió 30.000 euros en su rehabilitación.

De la Peña insistió que la ciudad como entidad pública debería tener un albergue, construir y gestionarlo como hay en otras ciudades del mismo número de habitantes que Algeciras. "Con las carpas hemos querido mostrar un albergue que no existe", para ello han encontrado el apoyo de varios colectivos como la Plataforma Antidesahucios, parados, Izquierda Unida, Algeciras Si Se Puede, Algeciras Acoge, Cáritas, Comité Antisida y demás.

El portavoz de APDHA explicó que no tiene un cálculo exacto de cuántas personas sin techo puede haber en Algeciras, porque no sólo se trata de las personas sin hogar, sino aquellas que por determinadas causas de la vida sufren un desahucio y necesitan estar durante tres o cuatro días resguardadas hasta que encuentran una solución. "Esos recursos no existen, por no hablar de las infravivienda", advirtió De la Peña, en alusión a todos aquellos que pasan frío en la época invernal, que malviven en casas en ruinas, sin electricidad ni gas.

El colectivo junto con Cáritas hizo hace unos cinco años un recuento en la ciudad para estimar cuántas personas pueden estar viviendo en la calle y se calculó que residían unas 28 personas.

En el último pleno, recordó De la Peña, la oposición pidió disminuir determinadas partidas presupuestarias para crear un albergue y "tampoco", pese a que teóricamente hay beneficio presupuestario.