La prisión de Botafuegos dispondrá de dos nuevos módulos de respeto

El próximo 1 de febrero la cárcel de Botafuegos convertirá el módulo 13 y 14 en áreas de respeto, es decir, que serán los propios presos los que se gestionarán, aunque con el control último de la dirección. Significará que 7 de los 14 módulos estarán bajo este sistema, que es voluntario.

En el 13 están los internos dedicados a destinos productivos y en el 14 hay muchos que realizan cursos exteriores. El primero acoge ahora a 135 personas y el segundo, a 113.

Ahora funcionan bajo la modalidad de respeto el 1, sólo de mujeres (98); el 2, el terapéutico, con 53 individuos; el 3, con 138 presos; el 4, con 141, y el 7, con 112. El último aglutina a los más interesados por el deporte.

A partir de febrero sumarán 790. Hasta ayer había un total de 1.731 internos. Quedarían el 5, 6, 8, 9 ,10, 11 y 12. El de 5 y el 8 son de pre-respeto y el 9 y el 12 están los preventivos. No se descarta que a medio plazo se amplíe a otros. Es difícil que llegue a todos porque no todos los condenados aceptan las condiciones. Los más reacios son los que cumplen penas de larga duración.

El 13 y el 14 seguirán los mismos primeros pasos que los anteriores. Los mismos presos elegirán a un alcalde y organizarán un comité de bienvenida. Estarán bajo la supervisión de los funcionarios, junto al equipo de especialistas como educadores, psicólogos y monitores.

Los participantes firmarán un contrato conductual por el que se comprometen a seguir las normas que se fijen. Gozarán de más autonomía en la vida del módulo, por ejemplo en las actividades, en los repartos y en los destinos. Se regularán por un sistema de puntos y se incluyen sanciones cuando se incumple la normativa programada.

El director de la prisión algecireña, Francisco Márquez, se mostró satisfecho con el paso que se va a llevar a cabo en febrero. De esta manera, se cumple, incluso antes de tiempo, con las directrices marcadas por Instituciones Penitenciarias. No obstante, reconoce que la aplicación de estos modelos ha de ser gradual para que el funcionamiento se consolide. Cuando se hizo cargo de la dirección, Algeciras no disponía de ningún módulo de respeto. "Hay que ir despacito".

La coordinadora contra las drogas Alternativas, que imparte en el penal varios talleres, considera que los módulos de respeto son el presente y también el futuro. "Es el camino que hay que seguir. Está dando muy buenos resultados y además se relaja la vida en los centros", admite su presidente, Francisco Mena.

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