Perspectivas estables en las divisas
Más de 30.000 personas viven el Arrastre de Latas especial
El gran dispositivo de seguridad marca la celebración de una de las fiestas más mediáticas de Algeciras. Las altas temperaturas invitan a los ciudadanos a llenar las calles y comercios
Y volvió ese run run que recorre Algeciras cada 5 de enero, ese sonido metálico que arrastra sonrisas enlatadas, esa tradición tan especial que otros pueblos empiezan a imitar sin complejos. Más de 30.000 personas hicieron suya ayer esta fiesta popular tomando las calles y el Llano Amarillo, según las cifras ofrecidas por la Policía Local, que desplegó a más de 60 agentes durante la mañana para salvaguardar la seguridad.
Los más pequeños de Algeciras deben estar muy tranquilos porque el estruendo de las latas que arrastraban a su paso guió hasta la ciudad a sus Majestades los Reyes Magos de Oriente, que desembarcaron en el Llano, a bordo del Zenit, a la programada. La tradición va ganando adeptos año tras año y la climatología, sin duda alguna, volvió a aliarse con la organización, con unos espléndidos 19 grados que hicieron que más de uno se quitara, ya no sólo la bufanda, sino el abrigo.
El rugir de las latas despertó a la ciudad. Desde muy temprano los padres se afanaban en hilar las últimas piezas para que sus pequeños pudieran arañar el asfalto a su paso. La sombra de la leyenda del Gigante Botafuegos ha ido calando en el imaginario infantil, hasta el punto que la mayoría de los pequeños consideran que esta tradición les librará de quedarse sin juguetes al ahuyentar al temible gigante, dejando en saco roto su pretensión de llenar de humo la ciudad para hacerla invisible a los ojos de los Reyes Magos.
La Plaza Andalucía era el punto de partida del Arrastre. Allí la organización, a cargo de Feria y Fiestas, se encargó de repartir miles de dorsales. La hora de salida estaba marcada a las 12:00 y el baile de las agujas del reloj se dejaba notar en el nerviosismo de los pequeños. Algunos tiraban de sus latas atascadas entre la gente, otros huían del bullicio mostrando obras de arte enlatadas como la figura de una serpiente envuelta con Goma Eva o una tortuga recreada con pequeñas latas de atún. Las grandes construcciones como el tractor o el trineo, premiados en el concurso de esculturas de lata de Apymeal, fueron algunos de los más aclamados y, por supuesto, fotografiados.
Pasados casi diez minutos de la hora de salida, empezó a bajar la comitiva desde la Plaza Andalucía por la avenida Blas Infante al son de la banda municipal Amando Herrero, que introdujo a su paso clásicos navideños. No podía faltar por supuesto la animación infantil entre charangas y globos. Con tranquilidad fue bajando el río metálico, que este año tuvo un recorrido más corto al no atravesar la calle Convento, sino que siguió recto para rodear las murallas medievales y cruzar directamente la Virgen del Carmen y acceder al Llano.
En el recinto portuario a los que fueron llegando más temprano no les dio tiempo a desesperarse con la espera ya que sobre las 12:45 subió al escenario la joven cantante algecireña María Varo, concursante finalista del programa Fenómeno Fan. Varo demostró su gran talento interpretando dos temas musicales sobre el escenario instalado para la recepción de los Reyes Magos.
Los minutos corrían y había muchos regalos que repartir mientras se esperaba la llegada de sus Majestades. La organización, tomando a varios pequeños como manos inocentes, fue sorteando diferentes obsequios, como bolsas de regalo, bicicletas, tabletas y demás.
Sobre las 13:20 empezó a asomar a lo lejos el Zenit, de la compañía Consumer, sobre el que iban los tres reyes magos representados por Manuel Ocaña, Gabriel Castañeda y Adolfo Serrano. Con luz propia además brillaba la cantante y pianista Tatiana Alves, convertida en la Estrella de la Navidad, figura que por primera vez se incorporaba a la comitiva, como María Luz Ros, presidenta de la asociación vecinal La Vía, que disfrutó como nadie en su papel de mensajera real.
El barco se fue acercando poco a poco al muelle de la dársena pesquera, para alcanzar el corazón de la fiesta, en el Llano Amarillo, escoltado por dos lanchas del Servicio Marítimo de la Guardia Civil. El desembarco coincidió con la interpretación del pasodoble Novia guapa del sol, a cargo de la banda Amando Herrero. Al tocar tierra los reyes Gaspar, Melchor y Baltasar fueron recibidos por el alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, y el presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras (APBA), Manuel Morón, junto a la concejal de Feria y Fiestas, Juana Cid.
Antes de lanzas los primeros caramelos Melchor, Gaspar y Baltasar recibieron de manos del primer edil la llave de la ciudad, al objeto de que anoche pudieran entrar en todos los hogares y dejar sus regalos.
Una vez los reyes dieron carpetazos a los actos protocolarios llegaba el turno de los más pequeños y de endulzarlos propiamente dicho. Empezó así la lluvia de caramelos en el Llano que se prolongó durante minutos haciendo que un recorrido de apenas 50 metros tardaran sus Majestades en atravesarlo casi media hora.
La joven Alves, estrenando su papel de Estrella de la Navidad, reconocía que le "imponía" prácticamente más que un concierto, ya que estaba ante la mirada ilusionada de miles de niños. Los pequeños asistentes empezaron a llamar a los reyes al escenario y fue Melchor el primero que se subió destacando que la travesía hasta llegar a Algeciras había sido muy entretenida e ilusionante. "Este año habrá recompensa", les decía a los niños en alusión al buen comportamiento. Le siguió Gaspar y Melchor, que igualmente destacaron lo emocionante de poder estar frente a tantas miradas infantiles. Una vez repartidos los últimos regalos la fiesta empezó a disolverse en el Llano y el reguero de gente tomó las calles del centro, una fiesta que no sólo ilusiona a los pequeños sino también a los comerciantes, ya que motiva un impulso económico para las ventas en el centro, tanto de comercios como hostelería.
El alcalde destacó "el gran ambiente" vivido durante la llegada de los Reyes Magos, "con miles de personas de todas las edades y una magnífica climatología, haciendo que Algeciras se haya convertido nuevamente en un punto de referencia a nivel nacional por esta celebración tan nuestra".
No faltaron anécdotas como el desvanecimiento sufrido por un miembro de la banda de música y a la que acudió rápidamente el alcalde, en calidad de médico, para atenderlo. O algún pequeño que distraído perdió el norte y que, con la ayuda de la Policía Nacional, logró localizar a su familia. Destacar el esfuerzo de los efectivos policiales así como de los trabajadores de Algesa, que limpiaron rápidamente el Llano, quedando en su estado original.
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