Los más pequeños invaden la Feria

Quizás fuera el día, la "resaca" del ayer, puede que también el hecho de que a nadie se le escapa que el 50% del precio del viaje de las atracciones es directamente proporcional al tiempo del disfrute. Pudieron ser muchas de esas las causas o quizás no, pero la realidad es que ayer por la tarde no tuvieron que hacer mucha cola los pequeños para poder montarse en su cacharrito preferido.

Seguía estando el saltamontes intacto, como cada año, la gigantesca noria o los míticos carruseles. La calle del infierno olía a hamburguesa, pinchitos y algodones de azúcar. Los pequeños corrían de la mano de sus padres, a sabiendas de que ayer era ese día mágico en el que la negativa se hacía esperar. Las atracciones costaban en torno al euro y medio, por lo que la fiesta estaba garantizada.

Las primeras horas de la tarde, también debido al calor, no tuvieron una gran afluencia de público. Si bien, a partir de la ocho de la tarde la zona de las atracciones infantiles, especialmente, se animó bastante más y volvió a ser de provecho el descuento del 50% del coste del viaje. La mayoría de los presentes en la Feria Real eran familias con niños pequeños.

Al caer el sol el protagonismo mayor lo tomó la zona superior del recinto ferial, en la que se instalan las atracciones juveniles, y que se llenó de adolescentes que disfrutaron, también por su parte, de la jornada de descuento.

Además destacó la gran mayoría de pequeños que fueron vestidos, ellas de gitana especialmente y ellos de corto. Es un día especial y también muchas casetas se sumaron a ello para celebrar sus fiestas infantiles, una tradición popular que reúne a los hijos de los socios.

La concejal de Feria y Fiestas, Juana Cid, apuntó que "todas las atracciones han sido revisadas por los técnicos municipales y no hay ninguna atracción que no cumpla las medidas de seguridad, con todos los requisitos que marca la ley". Por ello, el que no cumpliera con lo exigido no podía funcionar.