Juan Carlos Narváez, el micrófono siempre cayó rendido ante su profesionalidad

Obituario

Juan Carlos Narváez fue un auténtico referente que supo contagiar a los locutores noveles de su emisora aquellos valores profesionales que distinguen a los mejores

El mundo de la radio llora la muerte de Juan Carlos Narváez, histórico periodista que dejó huella en Algeciras y Huelva

Juan Carlos Narváez y Jesús Jaén.
Juan Carlos Narváez y Jesús Jaén. / Cedida
Marco Antonio Rodríguez

Algeciras, 13 de junio 2025 - 04:01

Juan Carlos Narváez Ruiz, una de las voces más carismáticas de la Cadena SER, nos dejó el pasado miércoles de forma repentina e inesperada. Quienes tuvimos el privilegio de conocerle y de compartir tareas, en mi caso desde la FM, en Radio Algeciras, tenemos el recuerdo de un gran profesional al frente de los micrófonos que afrontaba cualquier programación con absoluta destreza, soltura y maestría, al margen de recordarle como un excelente compañero y persona con grandes cualidades humanas.

Su vida profesional estuvo marcada por su gran devoción hacia su mayor pasión desde muy joven: la radio comercial. Con apenas 15 años cumplidos, en 1971, entró a formar parte del gran equipo de profesionales de Radio Algeciras, cuando esta se encontraba ubicada en los estudios de la calle Ruiz Tagle. Pero su inicio en el mundo de las ondas comenzó mucho antes y de forma completamente artesanal de la mano de uno de sus grandes amigos, con el que compartía su amor por la radio, Sebastián García, Chano para los amigos; entusiasta de la electrónica, que se las ingenió para fabricar un transmisor de FM y una mesa de mezclas, ambas experimentales, y emitir siendo unos adolescentes. En esos momentos, ninguno de ellos pudo imaginar que sus vidas profesionales iban a ir de la mano, en la misma emisora, durante muchos años, en la EAJ-55 Radio Algeciras. El destino unió profesionalmente a dos jóvenes entusiastas de la radio y les haría trabajar juntos en ese mundo, uno como locutor y otro como jefe técnico de la emisora, un tándem perfectamente coordinado.

La creatividad de las emisoras de radio locales de los años 60 y 70, con una programación mayoritariamente propia -no como actualmente, con escasas horas de producción local- incentivó que los locutores fuesen todoterreno en cualquier ámbito de la comunicación, bien con programas de entrevistas, magazines, musicales y unos efímeros, pero suficientes, espacios informativos y deportivos. En ese panorama, un joven Juan Carlos Narváez, junto a otros grandes compañeros, supo desarrollar y evolucionar su propio estilo.

Esta variedad a la hora de afrontar cualquier tipo de programa no solo facilita al locutor tener la experiencia necesaria, sino adquirir unas habilidades que le permiten dar a cada espacio sus rasgos más atractivos y peculiares. No es lo mismo retransmitir un solemne paso procesional que una tertulia o las actuaciones de un carnaval; todas ellas tienen su propio carácter y el locutor debe tener esa sensibilidad y registro profesional para hacer llegar a los oyentes una retransmisión llena de matices e interés. La palabra ha de ser la mejor embajadora de lo que está aconteciendo y hacernos “ver” lo que no podemos ver.

En este terreno, Juan Carlos Narváez fue un auténtico referente que supo contagiar a los locutores noveles de su emisora aquellos valores profesionales que distinguen a los mejores, ya fuese en su faceta musical o programas donde la palabra es el verdadero protagonista. Todo ello, unido a su afán de perfeccionamiento en la preparación de los programas y realización en antena, le granjeó el reconocimiento de sus superiores. No en vano llegó a ser director de la las emisoras de Radio Soria, Radio Huelva y, de la que le vio “nacer” como locutor, su amada Radio Algeciras.

Compartió micrófono con muchos otros profesionales de la emisora. Jesús Jaén Ruiz, presentador de radio y televisión y actor de doblaje, fue uno de ellos. Se emociona al recordarle con estas palabras: "Nos hemos despedido de un maestro, un amigo, un referente. Juan Carlos Narváez no solo fue una voz inconfundible en la radio, sino también un faro de sabiduría y pasión por la comunicación. Su generosidad, su talento y su calidez marcaron a quienes tuvimos el privilegio de aprender de él y compartir su camino. Su legado queda vivo en cada palabra, en cada enseñanza, en cada historia que nos regaló. Gracias por guiarnos, por inspirarnos, por dejarnos tanto. Hoy el micrófono se queda huérfano, pero tu eco resonará siempre en nuestros corazones. Buen Viaje querido Juan Carlos, duerme bien, querido amigo".

Santiago Cortijo, locutor al que Juan Carlos Narvaéz supo incentivarlas cualidades de un buen comunicador con el programa Sábado Joven, le recuerda con gratitud y afecto: "Juan Carlos Narváez fue quien me dio la oportunidad de estar entre los locutores de la recién inaugurada Radio Algeciras 95.7 FM y vivir una de las etapas más felices de mi vida. Gracias eternamente, maestro por haberme permitido ser parte de la 95.7 FM. ¡Un abrazo al cielo!”.

Las enseñanzas y los sabios consejos de Juan Carlos Narváez fueron parte de las bases que, sin duda alguna, hicieron triunfar también a otro locutor “nacido” en la EAJ-55 Radio Algeciras, como fue el caso de Juan Carlos Chaves, quién llegaría a ser director de las cadenas musicales del Grupo Prisa. Emocionado y triste por su pérdida, Juan Carlos Chaves le recuerda así: “Nos ha dejado Juan Carlos Narváez y, con su marcha, se apaga una voz que fue mucho más que una figura profesional: fue un referente humano y ético dentro del mundo de la radio. Para mí, fue el primero. Mi primer coordinador, mi guía en un universo que desde entonces no he dejado de amar. Pero decir que fue solo eso sería quedarme corto. Juan Carlos fue un formador de talentos, un líder generoso, un apasionado del medio y, sobre todo, una persona buena, honesta, íntegra. Una de esas que hacen equipo, que suman, que no se olvidan. Su forma de hacer radio era una extensión de su manera de ser. Cercano, humilde, organizado, meticuloso, pero sin perder nunca la humanidad. Sabía que en los silencios también hay mensajes, que la radio no solo se transmite, también se siente. Que detrás de cada contenido había personas, historias, ilusiones y responsabilidad. Y así vivía él este oficio: con rigor, con entrega, y con una pasión contagiosa que lograba inspirar a todos los que compartimos horas con él en un estudio, una redacción o una sala de reuniones. Gracias, Juan Carlos. Por tu ejemplo, por tu generosidad, por tu enorme humanidad. Gracias por enseñarnos que se puede ser brillante sin perder la sencillez, firme sin dejar de ser amable, exigente sin dejar de ser justo".

Las ondas de la radio han tenido el orgullo de contar con un gran profesional, trabajador, organizador, uno más del equipo, marcando una acertada senda a seguir en el complejo mundo de la comunicación. Un gran referente, no solo en lo profesional, sino el lo humano. Desde el micrófono de nuestros corazones siempre seguiremos diciendo que seguimos sintonizando esa esencia tan especial que supiste radiarnos. Allí donde estés, ¡Un fuerte abrazo, querido compañero! Hasta siempre.

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