Un hombre de Algeciras recibe una invitación del SAS para un cribado de cáncer de cuello uterino: “Aún sigo buscando mi útero”

Fernando, vigilante de seguridad de 55 años, recibió el mensaje meses antes de la crisis de los cribados. El caso, que roza el esperpento, refleja el desbarajuste del sistema informático del SAS

Una paciente de Algeciras recibe un mensaje del SAS que le da como “normal” una mamografía que nunca se hizo

Un hombre de Algeciras recibe una invitación del SAS para un cribado de cáncer de cuello uterino.
Un hombre de Algeciras recibe una invitación del SAS para un cribado de cáncer de cuello uterino. / E.S.

La historia de Fernando B., vigilante de seguridad de 55 años y vecino de Algeciras, sería cómica si no fuera porque pone en cuestión la fiabilidad de un sistema sanitario que atraviesa su mayor crisis en décadas.

El pasado 28 de abril, Fernando recibió en su teléfono móvil un mensaje del Servicio Andaluz de Salud (AviSAS) con el siguiente texto: “Tras ser invitada, recomendamos solicitar cita para participar en el cribado de cáncer de cuello uterino”.

“Yo soy y siempre he sido un hombre”, cuenta entre la ironía y el desconcierto. “Aún sigo buscando mi útero”, bromea, con ese humor amargo que solo puede brotar del absurdo.

No dio crédito al leer el mensaje. El aviso formaba parte del programa de cribado de cáncer de cuello uterino, dirigido exclusivamente a mujeres, y no debería haber llegado nunca a su teléfono.

El caso de Fernando, ocurrido meses antes del estallido de la actual crisis sanitaria, evidencia que los errores del sistema informático del SAS —ese gigantesco engranaje con más de 130.000 empleados— no son nuevos, aunque ahora hayan aflorado con fuerza.

Un mes de crisis sanitaria y política

Este martes 28 de octubre se cumple un mes desde que estalló la crisis de los cribados, un problema que ha escalado hasta convertirse en un asunto político de primer orden para el Gobierno andaluz. En apenas cuatro semanas han dimitido la exconsejera de Salud, Rocío Hernández, y dos altos cargos del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.

La Junta ha anunciado la contratación de más de 4.000 profesionales entre finales de este año y 2026 —1.200 de ellos médicos—, y el propio presidente, Juan Manuel Moreno, ha adelantado un proceso de remodelación del SAS para modernizar una estructura que aún arrastra procedimientos de los años 80.

Mientras tanto, casos como el de I.R.C., la vecina algecireña que recibió el resultado de una mamografía que nunca se hizo, o el de Fernando, invitado a participar en un cribado ginecológico imposible, apuntan a un desajuste más profundo: no solo en los protocolos médicos, sino en los propios sistemas de identificación y gestión de datos del SAS.

Más allá de las mamografías

El programa de detección precoz del cáncer de mama y el de cribado de cáncer de cuello uterino nacieron bajo gobiernos socialistas y se ampliaron durante la etapa de Moreno, que extendió la cobertura de los cribados a más tramos de edad. Ambos se basan en el envío automatizado de avisos —por carta o SMS— a las personas incluidas en las franjas de riesgo.

Sin embargo, las anomalías detectadas en las plataformas informáticas del SAS, gestionadas por distintas empresas en los últimos años, sugieren que los errores pueden afectar a otros programas de salud pública.

Fernando lo resume a su manera: “Si un hombre puede recibir una cita para mirarse el cuello del útero, algo no está funcionando como debería”.

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