La Fuente del Milenio de Algeciras se teñirá de naranja por una causa rara pero urgente: el Síndrome de Ehlers-Danlos

Algeciras ha decidido poner luz —literal y simbólicamente— sobre una enfermedad tan desconocida como devastadora: el Síndrome de Ehlers-Danlos (SED). Esta semana, la ciudad se ha sumado a la campaña internacional de concienciación sobre esta dolencia genética iluminando de naranja la Fuente del Milenio, uno de sus enclaves más emblemáticos. La acción, que coincide con el Día Internacional del SED, conmemorado cada 15 de mayo, busca romper el silencio que aún rodea a este trastorno y dar voz a quienes lo padecen.

El Síndrome de Ehlers-Danlos es una colagenopatía, es decir, un trastorno hereditario que afecta al colágeno, una proteína esencial para la elasticidad y resistencia de tejidos como la piel, las articulaciones, los órganos internos o los vasos sanguíneos. Esta alteración provoca un amplio abanico de síntomas que van desde hipermovilidad articular y fragilidad en la piel, hasta dolor crónico, problemas digestivos o complicaciones cardiovasculares. Existen más de trece variantes clínicas del SED, algunas de ellas extremadamente infrecuentes y con consecuencias graves para la salud.

El carácter silente y multisistémico de esta enfermedad dificulta su diagnóstico, lo que lleva a muchos pacientes a sufrir un largo periplo médico hasta obtener una respuesta. Por ello, quienes conviven con esta condición reclaman mayor formación entre los profesionales sanitarios y más recursos para la investigación. La visibilidad, sostienen, es el primer paso hacia el reconocimiento y la atención que necesitan.

Algeciras no ha sido la única en sumarse a esta iniciativa. En la provincia de Cádiz, otras localidades como la capital gaditana han participado también en la campaña. El pasado lunes, 12 de mayo, Cádiz iluminó de azul el Puente de la Constitución de 1812 y el Torreón de Puertas de Tierra, dos símbolos de la ciudad que se convirtieron por una noche en faros de solidaridad.

A nivel nacional, numerosos edificios y espacios públicos se han teñido de los colores representativos del SED —el azul y el naranja— como muestra de apoyo a las personas afectadas. En Jerez de la Frontera, los arcos de la Plaza del Arenal se sumaron a esta ola de luz; en Sevilla, fue la Plaza de España la que brilló por esta causa. Málaga iluminó tanto su Ayuntamiento como tres de sus principales centros hospitalarios: el Civil, el Carlos Haya y el Materno Infantil. También lo hizo el Ayuntamiento de Jaén, y en Huelva se sumaron el Gran Teatro, el Ayuntamiento y el Muelle del Tinto.

Más allá de Andalucía, se encendieron el Palacio de la Aljafería en Zaragoza, el Palacio Insular de Tenerife, el Ayuntamiento de Mahón en Menorca y la Asamblea Regional de Murcia. En Madrid, la Fuente de Cibeles se convirtió en un emblema encendido de la campaña. En las islas, el Ayuntamiento de Telde, en Gran Canaria, también se unió al gesto.

Con esta acción coordinada, Algeciras y decenas de ciudades españolas abrazan una causa común: dar visibilidad a una enfermedad rara, sí, pero no invisible.