El equipo directivo de Las Adoratrices dice que las cuotas son voluntarias

El equipo directivo, el claustro de profesores y la Asociación de Padres de Alumnos (APA) del colegio San José-Virgen de la Palma mostró ayer su malestar e indignación ante la denuncia de un grupo de padres a Educación por la reclamación de cuotas en la matriculación. "El colegio organiza muchas actividades en beneficio de los alumnos. Esto ha sido un palo para los profesores y para la mayoría de los padres que creen injustificadas las críticas", aseguró el director, Juan Rodríguez.

A colación, el equipo directivo de Las Adoratrices decidió tomar medidas "sensibilizados y convencidos de la grave situación económica que estamos atravesando". Por ello envió una circular a las familias en el que exponen que aunque no es el sentir de la mayoría, el malestar de unos pocos les ha llevado a suspender la mayoría de los eventos pendientes. "Una serie de eventos que pueden suponer un esfuerzo económico añadido a la difícil situación existente, se ha decidido suspender o aminorar el gasto que suponen las actividades", reza el comunicado en el que se incluye el final de curso.

Asimismo, el equipo directivo subraya que siempre ha sido una prioridad mejorar la calidad de la enseñanza de los alumnos y de las instalaciones. "Todo el equipo docente se esfuerza a diario para formarse y adaptarse a las nuevas tecnologías, en realizar actividades lúdicas que enriquezcan al alumnado y en que todos los alumnos sientan el colegio como su segunda casa", añade.

La dirección de Las Adoratrices por su parte tachó de necesario aclarar que aunque se trata de un centro concertado la Junta no subvenciona todos los gastos. "Las partidas son insuficientes y hay un agravio si se compara con los centros públicos", recalcó poniendo como ejemplo la falta de dotación para ordenadores o pizarras. En este sentido, Rodríguez insistió en que planes como el bilingüismo o los centros TIC no están en la enseñanza concertada que "necesita autofinanciarse". El director argumentó que así no es posible el mantenimiento del edificio, de las infraestructuras y el acondicionamiento, las mesas, las sillas y los cristales. "La partida de la administración no lo cubre todo", reconoció.

El director no pasó por alto las críticas y aclaró que las cuotas objeto de la queja son "voluntarias". Al hilo, puntualizó que todas son aportaciones no obligatorias que sirven para colaborar con el colegio. La dirección alegó también que es una norma del centro ofrecer ayuda siempre a los padres que tienen problemas. "La matrícula se admite aunque no quieran abonar ninguna cuota", garantizó. De esta forma, el centro consideró totalmente injustificado el temor del grupo de padres sobre que si no abonan las cuotas no les admitirán la matrícula. "Ya he hablado con el inspector de Educación de la Junta y le he invitado a venir al colegio", subrayó.

Rodríguez también quiso incidir en que esas aportaciones voluntarias repercuten en el bienestar de los alumnos. "Se han renovado los cuartos de baño, las persianas, las puertas y se ha puesto wifi", enumeró sin olvidar que todos los padres tienen derecho a conocer en qué se gasta el dinero. "El consejo escolar garantiza la trasparencia y además puede asistir quien quiera", dijo a modo de invitación. Desde el San José-Virgen de la Palma recordaron que cuando se realiza la inscripción los padres conocen el plan de estudios, que hay uniforme y que cuenta con ideario católico. "Quien entra sabe a dónde viene", dijo para confirmar que este año vuelve a haber listas de espera.

Rosalía Gallardo, vicepresidenta de la APA, lamentó las críticas realizadas por una "minoría". "La APA nunca ha obligado a nadie y jamás ha negado la participación a los niños cuyos padres han decidido no colaborar", defendió sin olvidar que mantendrían una reunión por la tarde y que remitirían a Europa Sur el comunicado que se adjunta.