Un ejemplo de eclepticismo historicista
El proyecto final de la Casa Consistorial dista mucho de su diseño original, obra del arquitecto Amadeo Rodríguez
En mayo de 1892, entonces era alcalde Rafael del Muro, comenzaron las obras de construcción del edificio de la Casa Consistorial de Algeciras, en la calle Ancha, trabajos que se desarrollarían hasta agosto de 1897. Fue inaugurado ese mismo mes. A, datado en 1868, el definitivo fue firmado por el arquitecto provincial Amadeo Rodríguez, si bien dista mucho entre la propuesta original y el trabajo finalmente realizado. Según recogen Ana María Aranda y Fernando Quiles, en su libro Historia Urbana de Algeciras, "casi nada de la monumental fachada de Rodríguez se plasma en la fachada definitiva, que quedó reducida a una tercera parte del diseño descompensándose las proporciones que había calculado el arquitecto".
Al respecto, los autores, cuyo trabajo también se recoge en la revista Almoraima I (1993), indican que esa "elegante arquitectura", que muestra el alzado del proyecto, enmarcado en la "corriente del historicismo ecléptico" de esa época, pasa a mostrar un aspecto "pesado" y "achaparrado". Juan Carlos Pardo González, en el tomo 3 de la colección Historia de Algeciras, se refiere a un aspecto de "fortificación militar". El comienzo de las obras, recogido en el libro La nueva casa Consistorial de Algeciras, de Angelina Melle Navalpotro y Andrés Bolufer, coincide con la apertura de la línea de ferrocarril Algeciras-Bobadilla.
El devenir de la Casa Consistorial de Algeciras resultó algo tortuoso. Durante los primeros años del proceso de formación de la ciudad no fue posible que se ubicara en una situación espacial relevante dado que no tenía consideración específica. Durante gran parte del siglo XIX ocupó algunas dependencias del desamortizado Convento.
Se concedió la contrata a Antonio García Domínguez por 47.999 pesetas. Las obras, sin embargo sufrieron algunos contratiempos, que provocaron un "parón" en el periodo 1893-1894.
Este edificio forma parte del catálogo de conjuntos, elementos, sitios y bienes de especial protección y está catalogado como grado 2. La fachada del inmueble está realizada en piedra labrada y ladrillo visto que modelan una arquitectura historicista, que utiliza elementos neorrenacentistas y neomudéjares. El espacio interno se distribuye en torno a dos patios y entre los dos se ubica una escalera imperial que parte del patio principal. Si hablamos del sistema constructivo y del material, el inmueble dispone de vigas de acero en galería y montera de patio, además de carpintería de madera. El edificio tiene dos plantas entre medianeras.
En cuanto a su ornamentación, observamos elementos de piedra labrada neorrenacentista , en el exterior, y rejerías interiores de hierro colado.
Sin duda, el salón de plenos es el espacio de mayor interés, artístico e histórico. Fue remodelado en tiempos de Emilio Morillas Salinas, al que Pardo González considera en Historia de Algeciras, "nuestro alcalde ceramista", ya que además de la decoración de dicha sala, fue el responsable de la remodelación de la Plaza Alta y de la colocación de los bancos cerámicos en el parque María Cristina.
La casa González de Triana fue la encargada, indica Pardo González, de llevar a cabo la decoración del salón de plenos. Allí domina el azul y el amarillo, los colores locales. El segundo se utiliza para enmarcar grandes tramos de azul, de fondo, que alterna con decoraciones florales.
En el interior de estos marcos dorados, se representan en las paredes laterales cuatro paisajes emblemáticos para la ciudad: Algeciras desde Los Arcos; vista del río de la Miel, la Chorrera y la Plaza Alta. En la cabecera se ubican los escudos de España, de la época de Alfonso XIII, y el de Algeciras y en el fondo, encontramos una representación de una de las sesiones de la Conferencia de Algeciras, de 1906, sobre Marruecos celebrada en dicho salón. Entre los elementos curiosos de esta estancia figura el techo, estucado, que también se utiliza hasta media altura de la pared. Las vidrieras son típicas, de estaño, de colores vivos. Precisamente, durante la Conferencia de 1906 la decoración era mucho más simple y con cortinaje. En ella participaron responsables de los países europeos, el protectorado francés en Marruecos y EEUU. En la sala se ubicó una placa con los nombres de los participantes en este evento internacional, que coincidió con la presidencia del gobierno municipal de Emilio Santacana.
Al estar incluido en el catálogo incorporado al Plan General Municipal de Ordenación Urbana, dicho edificio, cuyo estado de conservación es bueno, debe ser conservado siendo restringidas las reformas de elementos menores.
Precisamente, entre las reformas a las que ha sido sometido figura en noviembre de 1966 la construcción de un aseo con ducha en la vivienda ocupada, entonces, por el encargado de limpieza. En 2001, se incorpora a la fachada un reloj, que provoca la queja de algunos vecinos por los "ruidos". Entre otras reformas incorporadas, a las que hace alusión la asociación cultural La Trocha, figuran la modernización de algunas dependencias, entre ellas, la actual sala de comisiones.
También se instala en el patio central el Sistema de Información al Ciudadana, cuyo trabajo "laborioso de ebanistas, forjadores, cristaleros, albañiles y electricistas", supuso en 1998 una inversión de 20 millones de alas antiguas pesetas. En 2009 se instaló un ascensor, que suponía suprimir las barreras arquitectónicas, financiado con el Fondo de Inversión Estatal. La última incorporación fue en noviembre de 2011 de un foco frente al Consistorio para iluminar su fachada.
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