HISTORIAS DE ALGECIRAS

Y del corcho al Casino (y II)

Salón de plenos donde se aprobó la cesión de terrenos al Casino para levantar su pabellón.

Salón de plenos donde se aprobó la cesión de terrenos al Casino para levantar su pabellón.

Otra de las facetas del ex Alcalde y protagonista del capítulo anterior De la política al corcho (I), fue la de fiador. En este contexto se localiza cuando otra importante figura de la Algeciras de aquella época como lo fue Emilio Baglietto Doto, actuó como "rematante del fruto de la bellota en monte de Comares por la cantidad de 426 pesetas [...] las Corzas por 200 pesetas [...] y Majadal Alto por 1001 pesetas", según fue recogido documentalmente en sede municipal. Constituyéndose como tal fiador solidario Manuel Navarrete Campos: "quién asumió por tanto y legalmente los riesgos de impago del anterior".

En la práctica se trataba de una circunstancia muy poco probable dado el desahogo y suficiencia económica de Baglietto; pero el procedimiento...era el procedimiento. Otro caso de actuación como avalista de Navarrete Campos, lo encontramos cuando: "Antonio Osteret Montaner, pendiente de asumir su puesto de Recaudador de Contribuciones de este Partido de Algeciras, según certificación del Tesorero de Hacienda de esta provincia, teniendo como fiador a Manuel Navarrete Campos, propietario que nombra representante en Madrid á E. Sainz é Hijos, banqueros de la Villa y Corte para que en su nombre y representación retire de la Caja General de Depósitos la deuda de 30.000 pesetas que fueron depositados para avalar al Sr. Osteret al asumir su cargo". En este último caso Navarrete, también actuó de necesario y obligatorio fiador, para quién, y según la también normativa, pretendía acceder a tan importante responsabilidad dentro de la Administración, como era la pretensión del vecino de Algeciras, Antonio Osteret.

Además de hombre de negocios e industrial, Manuel Navarrete, era una figura muy considerada socialmente en nuestra ciudad. Por ello no fue nada extraño que antes de fallecer el que también fuera Alcalde de Algeciras, José Sagrario Fernández (1897), le señalara como integrante del Consejo de Familia conformado para defender los intereses de sus hijos. Aquella pequeña institución estaba presidida por Germán Sagrario, hermano del finado alcalde, componiendo el resto del citado Consejo, además de la figura de Navarrete Campos, por: Antonio Bonany Vargas Machuca, Placido Santos Lavié, Federico de las Torres Cataño y Ventura Morón González. Para aquel entonces, Navarrete, también se había convertido en un gran propietario de Algeciras al adquirir, entre otras viviendas: "Una casa en calle Larga o Cristóbal Colón, esquina á Jerez y número 14; otra casa en calle Carretas, hoy General Castaños, 62; y por último, otra casa en calle Sevilla, 52"; años después adquiriría una significativa casa situada en calle Rocha, y de quién fue dueño el importante propietario local Rafael Mus Esbrit.

Manuel Navarrete, además de gozar de un gran prestigio y respetabilidad, tenía al parecer un gran sentido de la amistad, lo cual le llevó a realizar el nada habitual 'negocio', para quién era un gran industrial y propietario; salvo que el otro afectado fuera amigo y persona necesitada de cerrar su establecimiento: "Vicente Mena Moreno, propietario de una tahona de pan, un caballo blanco herrado, otro alazano caretón, un mulo tordo, doce quintales de harina, nueve sacos de salvado; 20 arroba de paja, 36 sacos vacíos, 6 palas, dos canes, tres tablas para poner el pan, tres angarillas para conducir el pan, una mesa de pino sin pintar, y 8 sillas. Todo lo vendió al precio de 750 pesetas a Manuel Navarrete Campos". Aquella tahona o panadería se encontraba en el número 18 de la Plaza Palma.

Entre las emblemáticas propiedades del circunstancial panadero Manuel Navarrete, se encontraba el más que popular y conocido por los algecireños 'Patio del Cristo'. Aquel mítico inmueble por mor de la imagen del crucificado pintado en su fachada, fue adquirido años atrás por su padre. Señalado con el número 5 de la calle López, el carismático inmueble tenía su frente al levante haciendo esquina a la derecha con la calle Ferrer; gozando de diferentes puertas de entrada, y dando su espalda a la calle de la Soledad o Aduana. A pesar de su desahogada posición económica, el que fuera alcalde de nuestra ciudad varios años atrás, también pasó por ciertos momentos de falta de liquidez suficiente para sostener los negocios en marcha o afrontar nuevos retos. En aquellos momentos de crisis acudía a sus amigos los Santacana: "Emilio Santacana Mensayas, en unión de su finado hermano José Santacana […] dieron en préstamo de por mitad á Manuel Navarrete Campos, la suma de 25.000 pesetas, por término de dos años. Poniendo en garantía las siguientes fincas de su propiedad: Casa principal de dos cuerpos situada en la calle de la Soledad de esta Ciudad, número 1, formando esquina á la Plaza de la Palma; otra casa de altos y bajos, en la calle de López, número 5 y es conocida por el Patio del Cristo". Muy dura tuvo que ser la situación financiera para que Navarrete se viera obligado a incluir en el 'lote' a su apreciado 'Patio del Cristo'.

Aquella situación se repitió en el tiempo, como cuando al también socorro de los mismos hermanos: 'D. Emilio y su finado hermano D. José Santacana, dieron en préstamo por mitad, al referido Manuel Navarrete Campos, la cantidad de 5.610 pesetas, por término de un año [...] de cuya nueva obligación el Sr. Navarrete constituyó hipoteca sobre las dos casa de su propiedad descritas [...] en la de la calle Soledad; y la correspondiente á la calle de López. Que el Sr. Navarrete vino entregando á los hermanos Santacana á cuenta de ambos préstamos que importaban 30.610 pesetas algunas cantidades por cuya razón al fallecimiento de D. José Santacana se hallaba reducido dicho crédito á la suma de 20.000 pesetas [...] 5.500 pesetas les fueron adjudicadas á D. Emilio Santacana en la partición de bienes de su citado hermano D. José [...], y que habiendo recibido también hoy D. Emilio Santacana de D. Manuel Navarrete, el saldo de 11.000 pesetas, á que estaban reducidos los dos créditos, otorga á favor de dicho Sr. carta de pago y recibo [...] declarando extinguidas aquellas obligaciones". Entre caballeros, la amistad no estaba reñida con los negocios.

En la poliédrica figura social de Navarrete Campos, destaca por su especial dedicación su participación en las diferentes directivas que se fueron conformando en la Sociedad Recreativa Casino de Algeciras. En primer lugar, ejerciendo la presidencia de la citada sociedad, teniendo como secretario a Pedro Quintero Pinteño. Ambos con el resto de la directiva, afrontaron un proyecto que denominarían: "Levantamiento y construcción de una caseta". Aquel proyecto que se levantaría en "El Calvario", y que sería conocido en un futuro como ''Casino Cinema'', requirió una importante operación financiera; transacción para la cual, la sociedad hipotecaría sus inmuebles, sitos en el número 4 de la Plaza de la Constitución o Alta y en el número 29 de la calle Imperial o Alfonso XI. En aquella operación jugaría un importante papel el suegro del popular médico Ventura Morón, llamado José Ibáñez Favera, quién, se ha de suponer influenciado por su yerno, prestó la nada despreciable cantidad para la época de 100.000 pesetas para el ilusionante proyecto. La importante operación financiera, incluía además la modernización de las instalaciones y mobiliario de la sociedad en su sede. Sin duda, Manuel Navarrete, Campos, el que fuera ex Alcalde de nuestra ciudad, demostraba tener una gran visión de futuro; y así: "Dando cumplimiento al acuerdo de la Excma. Corporación […] El Alcalde Presidente de éste Excmo. Ayuntamiento, D. Ricardo Rodríguez Gamba; D. Francisco Maldonado Hernández, Segundo Teniente de Alcalde; D. José Villalta Mourelles, Tercer Teniente de Alcalde; D. José Pecino Arana y D. Emilio Morilla Salinas, Concejales que forman parte de las Comisiones de Policía Urbana y de Fuentes y Paseos hacían entrega á la Sociedad Casino de Algeciras del terreno deslindado para que construya en él un Pabellón estable para dicha Sociedad con la condición de que en ningún tiempo podrá enajenarlo el Casino y con la obligación de pagar el censo que por la ocupación y usufructo del terreno acuerde la Corporación".

Esquela funeraria Manuel Navarrete Campos. Esquela funeraria Manuel Navarrete Campos.

Esquela funeraria Manuel Navarrete Campos.

En 1915, nos encontramos a Manuel Navarrete con su salud muy mermada. Sin dejar de pertenecer a la institución, pasa a la relación de socios-propietarios, junto a: "Emilio Santacana, Carlos Plá, Jorge Glynn, Ventura Morón, Antonio Roca, Manuel Bernal, Antonio Gil, Juan Furest, José Ibáñez, Saturnino Oncala de la Vega, Pedro Mónaco, José Jiménez Prieto, Francisco Maldonado, Manuel Rivas, José Zurita, José Torrelo, José García Criado, Trinidad Díaz, Manuel Patricio, Félix Sos, Julio Álvarez, Antonio Oseti, Tomás Villanueva y Antonio García Reyna". Pléyade de grandes hombres que hicieron grande a su ciudad. Un año más tarde, mientras Europa se desangraba en una guerra que aún se encontraba en su ecuador; Algeciras, sin dejar de sufrir los efectos de aquel conflicto, era testigo de la constitución del nuevo Ayuntamiento. Aquella corporación administraría los destinos de la hacienda algecireña durante el bienio del 17 al 18. Según se recogió en acta: "A las 12 toma posesión de la presidencia el ex alcalde Sr. Morilla, ordenando seguidamente al Secretario la lectura de un telegrama del Gobernador de la Provincia, dando cuenta del nombramiento de Alcalde, hecho por el Gobierno á favor del Concejal D. José Bianchi y Santacana. Con los saludos de ordenanzas -prosigue el acta de la sesión- y previos los requisitos que estos casos obliga ocupó el nuevo Alcalde el sillón presidencial […] Terminó el acto después de ser elegido por mayoría de votos, para primer teniente de Alcalde, D. Ricardo Rodríguez Gamba; segundo, D. Juan Forgas Estraban; tercero, D. Pedro Pons Carrera y cuarto, D. Francisco Sánchez; primer Síndico, D. Francisco Coterillo Ojeda; y segundo FD. Pedro López Mañeto, todos de la minoría liberal".

Y así mientras Algeciras estrenaba nuevo Alcalde, otros como Manuel Navarrete y Emilio Santacana, se irían apagando poco a poco en aquel 1916. El primero de ideología conservadora, se marcharía a su final; mientras que el segundo, de carácter más liberal, lo haría a mediados de aquel belicoso año. Manuel Navarrete, quien fuera testigo durante su juventud de cómo su padre manejó el partido conservador algecireño como mano férrea; también lo sería, meses antes de su adiós a la vida, de las disputas internas de sus dirigentes por el control del mismo: "El concejal conservador Luis Delgado León, hizo saber al concejal Pedro Mónaco que no acepta jefatura alguna política". Desgraciadamente, casi un año más tarde del logro del "Pabellón del Casino", concretamente el 27 de diciembre de 1916, Manuel Navarrete Campos, el ex alcalde y abogado de nuestra ciudad; representante del Estado español frente a las autoridades británicas de Gibraltar en el affaire de madame Fontaine, y baluarte para la consecución del futuro "Casino Cinema", dejaba de existir en la madrugada de aquel día. Hasta el último momento mantuvo su relación con sus amigos los Santacana. Con su marcha la ciudad perdía a uno de los hombres que con su buen hacer, tanto en el plano político como en el empresarial, contribuyó a poner los cimientos de la actual Algeciras.

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