ATAQUE YIHADISTA

Un compañero de piso de Yassine Kanjaa confirma un 'radical cambio de hábitos' mes y medio antes del atentado

Vivienda del detenido por el ataque yihadista de Algeciras.

Vivienda del detenido por el ataque yihadista de Algeciras. / Jorge del Águila

Un compañero de piso de Yassin Kanjaa, autor confeso del ataque perpetrado el 25 de enero en dos iglesias de Algeciras, ha ratificado este viernes ante el juez la versión que él y otro joven aportaron en la Policía sobre los cambios de hábitos que percibieron en el investigado, que dejó de beber y fumar y comenzó a escuchar de manera asidua audios sobre el Corán.

El magistrado de la Audiencia Nacional, Joaquín Gadea, ha tomado este viernes declaración por videoconferencia a un compañero de piso de Kanjaa y a su hermano, quienes han ratificado las declaraciones que prestaron ante la Policía, según han informado a EFE fuentes jurídicas.

Precisamente la declaración de los compañeros de piso del investigado, un marroquí de 25 años originario de un pueblo entre Ceuta y Tánger, influyó en que el juez viese un proceso de radicalización religiosa en Kanjaa, actualmente en prisión preventiva, si bien los forenses de la Audiencia han recomendado su ingreso en una unidad psiquiátrica para observar su evolución.

Los compañeros de piso de Kanjaa —uno de ellos también debía comparecer este viernes, si bien finalmente no se ha producido su declaración— relataron que observaron un cambio radical de hábitos en el investigado en el mes y medio antes del atentado.

Consideraron que su vida era "normal" hasta ese momento; Kanjaa bebía alcohol y fumaba hachís, pero llegó un día en que cambió de hábitos y comenzó a escuchar de manera asidua el Corán a través de audios desde su teléfono móvil, según recoge el informe policial y reflejó el juez en el auto donde enviaba al detenido a prisión.

Kanjaa vivía en una casa abandonada y en ruinas en la calle Ruiz Tagle, en pleno centro Algeciras.

"Cada vez más paranoico"

Un día después del atentado, en el que el sacristán Diego Valencia fue asesinado y cuatro personas resultaron heridas, dos de los chicos marroquíes que vivían con él también confirmaron en declaraciones a EFE ese cambio repentino en Kanjaa, hasta el punto que vieron cómo se ponía "cada vez más agresivo, más paranoico", y sospechaban que padecía algún trastorno mental que se había agravado en los últimos dos meses.

Por el momento los forenses que le examinaron hace unas semanas no han llegado a ninguna conclusión definitiva al respecto, si bien en un informe provisional remitido al juez han apuntado que puede presentar sintomatología compatible con algún tipo de trastorno delirante, y han pedido información adicional para seguir evaluándolo.

Los compañeros de piso de Kanjaa relataron también a EFE que un día vieron que el investigado tenía un "machete" en casa, con el que amenazó a uno de los chicos que a veces pernoctaba en la vivienda, y resaltaron que llegó un momento en el que "eran discusiones y agresividad diaria".

También indicaron que, el día antes de los ataques, un compañero impidió que se fuera detrás de una chica —"decía que se iba a casar, como le veía tan mal de la cabeza le convencí para que la dejara en paz"—, y que la tarde del atentado un chico que vivía en casa escuchó que salía y ya en la calle "daba tres gritos diciendo 'No hay más dios que Alá'".

El juez continúa la ronda de testigos la semana que viene, con, entre otras, las declaración del sacerdote Antonio Rodríguez, que sufrió graves heridas por las que tuvo que ser hospitalizado, y otra persona que también resultó afectada en los ataques a las iglesias de San Isidro y de La Palma, en esta última se encontraba el sacristán asesinado.

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