Así veían sus compañeros de piso a Yassine Kanjaa, el yihadista del ataque en Algeciras
Atentado yihadista
El asesino amenazó con el mismo machete del crimen a uno de los jóvenes que convivía con él en una casa okupada en la calle Ruiz Tagle
El sacristán de La Palma muere en un ataque a tres iglesias de Algeciras
Los compañeros de piso de Yassine Kanjaa, el yihadista que atacó y hirió mortalmente al sacristán de la iglesia de La Palma en Algeciras, Diego Valencia, le han definido como una persona "trastornada". El grupo de marroquíes convivía como okupas en un piso situado en la calle Ruiz Tagle.
El autor del ataque comenzó a cambiar su actitud dos meses antes del suceso, según ha comentado su compañero de piso, Ayman, en declaraciones a TV3.
El marroquí habló para la televisión catalana con el rostro cubierto y aseguraba que el detenido veía a todo el mundo como "infiel". "Empezó a rezar. Se dejó la barba y empezaba a hablar de cosas que no tenían sentido. Hablaba del demonio, de Dios", recoge Europa Press.
Todos sus compañeros tenían una creencia común, la de que padecía algún trastorno mental agravado en los últimos meses. "Hace uno o dos meses dejó de beber alcohol y de fumar, empezó a rezar, al principio pensábamos que iba a estar mejor, pero se puso cada vez más agresivo, más paranoico y más raro", relataban a EFE dos de los chicos que habitaban en la casa.
Según cuentan los jóvenes, Yassine vivía desde hace un año en la planta inferior del edificio, mientras ellos lo hacían en la planta superior y su comportamiento fue "más o menos normal", a pesar de conocerse que "siempre había tenido problemas de agresividad" y protagonizar episodios de "discusiones y agresividad diaria", llegando a pegarle "un guantazo" a uno de ellos.
Otro de los sucesos que narran los chicos desvela que eran conscientes de que tenía en su poder un machete. El yihadista había amenazado a un joven con él con anterioridad: "Sal de la casa o te corto el cuello con este machete", cuentan.
"Cuando supimos que tenía el machete pensé en llamar a la Policía, ahora me arrepiento", declaraba el compañero, que alegaba que no lo hizo porque "alguno de los que viven en la casa están en situación irregular en el país y podía tener problemas".
Horas previas al ataque
La noche antes, Yassine no durmió en la casa aunque el mismo día, según las declaraciones que recoge EFE, un compañero impidió que se fuera detrás de una chica: "Decía que se iba a casar, como le veía tan mal de la cabeza le convencí para que la dejara en paz".
Ninguno le vio salir de la casa armado con el machete la tarde del ataque. "En la casa solo estaba un chico, escuchó un golpe en la puerta y después que en la calle daba tres gritos diciendo 'No hay más dios que Alá'".
Esas fueron las últimas noticias que tuvieron hasta que se enteraron de lo que había hecho cuando la Policía llegó a la casa, donde han encontrado dispositivos con contenido yihadista durante el registro. El juez lo relaciona con el salafismo yihadista.
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