El cantón independiente de Algeciras: del 22 de julio al 8 de agosto de 1873

Una vez consumado el fracaso del reinado de Amadeo I de Saboya en febrero de 1873, el Congreso de los Diputados y el Senado, reunidos en sesión conjunta, se constituyeron en Asamblea Nacional y proclamaron la I República Española el día 11 del citado mes a propuesta del Partido Republicano Democrático Federal. El nuevo régimen proponía, entre otras reformas de carácter político y económico, asegurar el mantenimiento del orden público, la separación de Iglesia y Estado, la abolición de los títulos nobiliarios y una especial atención a los territorios de Ultramar.

Pero las reformas propuestas se fueron alargando en el tiempo sin concretarse ni convertirse en leyes, lo que provocó el desencanto de la población y el alejamiento del nuevo régimen de parte de la clase política, la más radicalizada. Fue tomando cuerpo un movimiento protagonizado por el federalismo más exaltado que no quería esperar a la elección de unas Cortes constituyentes que redactaran una nueva Constitución de signo federal. Estos propugnaban la división del estado en cantones que, en un principio, debían federarse libremente, pero que acabó en la disgregación de España en ciudades y pueblos con gobiernos autónomos e independientes, mandados por sectores de la pequeña burguesía y el apoyo del incipiente movimiento obrero que, en esencia, sería el germen del anarquismo español.

Estos cantones, en ocasiones, llegaron a amenazarse militarmente y a enfrentarse entre ellos. El 1 de julio de 1873, los diputados más radicales del partido federal abandonaron las Cortes y constituyeron, en Madrid, un Comité de Salud Pública que proclamó la desobediencia a las autoridades y llamó a la insurrección. Esta comenzó el 12 de julio de 1873 cuando el general don Juan Contreras proclamó el cantón de Cartagena iniciando de esta manera la rebelión general, pronto secundada en Andalucía por las ciudades de Cádiz y Sevilla, el día 19, y Málaga el 21.

Algeciras se proclamó cantón independiente el 22 de julio, diez días después de la decisión tomada por el Comité de Salud Pública de Cartagena. Se constituyó el Comité local, formado por republicanos federalistas y presidido por Eleuterio Torrelo, un algecireño de 32 años dirigente del Partido Republicano en la ciudad. Ese mismo día 22 informó a Fermín Salvoechea, presidente del Cantón de Cádiz, de la decisión del Comité de Salud Pública local de haberse constituido el municipio de Algeciras como un cantón independiente, después de haber sido destituido el Ayuntamiento y asumir el gobierno en la ciudad con el apoyo -decía- del gobernador militar del Campo de Gibraltar, el brigadier don Carlos Detenre y Garnier.

La proclamación fue aceptada por el alcalde de la ciudad, don Francisco Guerrero, que convocó una sesión extraordinaria del Ayuntamiento para que este diera su conformidad y aceptara la legalidad del nuevo gobierno. Sin embargo, Torrelo no quiso unirse al llamamiento hecho por Fermín Salvochea desde Cádiz para que todos los pueblos de la provincia se sumaran al cantón de la capital, manteniendo la independencia y autonomía del cantón algecireño.

El Comité de Salud Pública de Algeciras, en el que también participaron algunos concejales republicanos que se adhirieron al movimiento revolucionario, como Miguel Ramos y Andrés Quintero, comenzó a emitir órdenes ese mismo día logrando, no sin tener que atajar varios conatos de rebeldía de los sectores más conservadores de la ciudad, mantener el orden público en Algeciras. No se produjeron ataques a personas o propiedades en esos días, como había ocurrido en la revolución de 1868 o, en esas tensas jornadas, en otras localidades de Andalucía.

A diferencia de otras ciudades y pueblos de la provincia de Cádiz, Algeciras se opuso a adherirse, a pesar de las presiones recibidas desde la capital provincial, al cantón de Cádiz consiguiendo mantener su independencia y organizarse de forma autónoma.

En los primeros días, tras la proclamación del cantón en la vecina ciudad de Los Barrios, un grupo de exaltados ciudadanos se dirigió a esa villa con la intención de destruir el puente sobre el río Palmones que separa o une ambos municipios al conocerse que el Comité de Salud Pública de Los Barrios se había unido al cantón gaditano. Pasados varios días, una representación del Comité de Salud Pública de Algeciras viajó hasta la vecina Ceuta para solicitar la entrega de armas al gobernador militar de esa ciudad con vistas a defender su ciudad de la reacción gubernamental. Como el gobernador se negó, las autoridades algecireñas decidieron bloquear el puerto de la ciudad norteafricana impidiendo la salida desde Algeciras de los buques que la conectaban con la Península.

Entre las medidas adoptadas por el Comité de Salud Pública de Algeciras en los días que siguieron a la disolución del Ayuntamiento y la proclamación del cantón, destacan el desestanco del tabaco, la supresión del impuesto sobre juegos y loterías y las cédulas vecinales y jubilaciones, así como el cobro de las contribuciones.

El apoyo militar al movimiento revolucionario en Algeciras fue inexistente, a pesar del aparente apoyo inicial dado por el Comandante General del Campo de Gibraltar, el brigadier don Carlos Detenre, al no intervenir dicho destacado militar a favor de ninguno de los dos bandos. Este militar se opuso rotundamente cuando Cádiz cayó el 4 de agosto y los voluntarios de Algeciras pretendieron hacerse con las armas y obligar a participar en la defensa de la ciudad al cuerpo de carabineros.

Las tropas de carabineros se acuartelaron en el fuerte de San García hasta que el Comité de Salud Pública de la ciudad fue disuelto el día 8 de agosto al saberse en la ciudad que las tropas del general Pavía, enviadas por el gobierno de Nicolás Salmerón, se hallaban muy cerca de Algeciras. Sabido esto, varios miembros del Ayuntamiento cantonal se refugiaron en Gibraltar, mientras que otros eran apresados por las fuerzas constitucionalistas que entraron en la ciudad.

Algeciras, junto con el cantón de Tarifa, fue uno de los últimos reductos del cantonalismo en Andalucía. Ese mismo día, 8 de agosto de 1873, se restituía el Ayuntamiento de la ciudad con parte de los concejales que lo habían formado antes de constituirse en cantón independiente. La aventura del cantonalismo en el municipio de Algeciras había acabado. Su duración fue, exactamente, de veinte días.