"El cambio de vida es posible"

La vida de Andreas Frank, de 59 años, es un ejemplo de muchas cosas pero sobre todo de voluntad. Hace 10 años que cambió su vida radicalmente, el mismo tiempo que lleva en Algeciras, el mismo que dejó de vivir con las drogas para hacerlo con su actual mujer, Juana García, a la que conoció en la asociación Betel y con la que actualmente tiene una hija.

Llegó desde Alemania guiado por el tráfico de drogas, más tarde "decidí entrar en la asociación porque ya no podía más y me impactó mucho lo que encontré", dice. Lo que encontró fue a una serie de personas "que me entregaron amor sin condiciones". Ahora él lo hace con otros que lo necesitan. Además de ser uno de los responsables de Betel en Algeciras, trabaja con niños y cuenta su experiencia en las iglesias, actividad contraria a la que hacía antes de dejar su adicción, cuando "era un traficante".

Desde su experiencia, Frank recomienda a los jóvenes que se inicia con las drogas "que salgan cuanto antes". Para superar estas adicciones da un consejo, "tener fuerza de voluntad", la misma que necesitó para pedir ayuda, la misma que tuvieron en su día las 60 personas que integran Betel, la misma que tienen para salir primero y ayudar a salir después de algo que "te destroza totalmente", dice.