La caída de cascotes en la calle Tarifa revela el abandono de una de las vías más comerciales de Algeciras

Un nuevo desprendimiento ha devuelto el foco sobre el deterioro que sufre una de las calles más emblemáticas del casco histórico de Algeciras. Parte de la fachada de un edificio en la calle Tarifa, justo sobre el antiguo comercio de ropa El Siglo XX, se ha venido abajo durante el fin de semana, obligando a la Policía Local a cortar el paso a los peatones en la zona más próxima al inmueble. Aunque no se han registrado heridos, la intervención de los Bomberos fue necesaria para sanear el frontal y prevenir nuevos desprendimientos de cascotes.

La imagen de la calle acordonada frente al solar que antaño ocupaban los Almacenes Mérida es una dolorosa metáfora del estado actual de esta vía, que en otros tiempos fue el alma del comercio local. La calle Tarifa, que discurre desde la plaza Juan de Lima hasta el mercado Ingeniero Torroja, fue durante décadas una arteria bulliciosa, la primera en peatonalizarse en los años setenta debido al alto tránsito de vecinos y visitantes que recorrían sus escaparates.

Establecimientos ya desaparecidos como la relojería de José Ríos, Tejidos Martín, la zapatería Denis o la tienda Contreras convirtieron a esta calle en un referente de la moda y el comercio en Algeciras. También fue sede de la posada Nueva, hoy en ruinas, y de la tienta El Siglo XX, bajo cuyo tejado se ha producido el incidente más reciente.

El nombre de esta calle evoca su papel histórico como vía de salida hacia Tarifa, una función que conserva en su topónimo. Sin embargo, lo que antaño fue símbolo de dinamismo y vida urbana hoy languidece. La peatonalización pionera ya no garantiza la afluencia de paseantes. Tan solo el bar La Casita y una oficina temporal de Correos entre unos cuantos murales mantienen algo de actividad en una calle que pide auxilio.

El plan de recuperación del barrio de la Caridad, impulsado por el Ayuntamiento y financiado con una lluvia de millones procedente de fondos europeos, no ha logrado aún devolverle el esplendor perdido.