Agradecimientos de la familia de Manuel Natera

En nombre de mis hijos y del mío propio, agradecerle públicamente su interés de divulgar, desgraciadamente, el fallecimiento de nuestro queridísimo padre y esposo Manuel Natera García, para dar a conocer la noticia en Algeciras y su Comarca.

También dar las gracias al insigne periodista y académico prestigioso Alberto Pérez de Vargas por su artículo “Manolo Natera, ahí estuvo”, llenándonos de inmensa emoción. Conocedor de cerca del trabajo y desvelo de Manuel Natera por el desarrollo de su Comarca, “la gran olvidada”, Alberto lo ha recordado y valorado mejor que nadie.

Agradecer al Casino de Algeciras y a su junta directiva el gesto de abrir sus puertas para ver el paso del cortejo fúnebre y, una vez pasado, cerrarlo con una esquela “Cerrado por defunción de Manuel Natera”; demostrando con este gesto “que son bien nacidos”, pues han sabido agradecer que mi querido esposo llevara allí, como centro neurálgico de la ciudad, a todas las personas importantes e ilustres (que fueron muchas) que vinieron a visitarnos, como el por entonces presidente de España, Don Adolfo Suarez, visita de la que el Casino conserva con orgullo fotografías en las que aparece mi querido marido.

Gracias al Sr. Lozano, presidente de la Mancomunidad de Municipios, por recordarlo y corroborar lo que decía su periódico de su persona. Al Sr. Carracao también por recordarlo, pues perteneció a la Comisión Comarcal de Servicios Técnicos del Campo de Gibraltar, cuyo gerente y secretario fue mi marido, Manuel Natera.

Gracias de corazón a los sanroqueños que vinieron esos días (domingo y lunes laborable) para “arroparnos” en nuestro dolor. También a nuestros amigos de Gibraltar, La Línea, Puente Mayorga, Campamento, Sotogrande y Tarifa, que nos demostraron su amistad. Gracias a las personas que por llamarnos desde distintos puntos de España colapsaron nuestros teléfonos.

A nuestros amigos de Facebook que quisieron estar por las redes con nosotros. Especialmente a las palabras de nuestro amigo José Manuel Laza, que nunca olvidaría las llamadas de mi marido a la residencia universitaria donde también residía mi hijo, para alentarlos en el “amor al estudio”, actividad que no abandonaran nunca en sus vidas, como él hacía cada día.

Por último, a nuestro querido cronista de la ciudad Luis Alberto del Castillo, que creció con él, con el romanticismo de los pocos años. Gracias por tu década, dedicada a él. A ti te confió su secreto, “dejar su oficio de ayudante de su catedrático en Barcelona porque su Tesina Doctoral la habían leído en Cádiz, y de allí peregrinó a Madrid y querían conocerlo”. Cambió el gusanillo de la docencia para darlo todo en su tierra.

Es cierto que en el 2002 abandonó su vida pública como funcionario por oposiciones al Estado tras 41 años de servicio, pero nunca abandonó su vida intelectual y el “amor al estudio” que terminó con su muerte, que la aceptó sin hacer ruido, con sencillez y humildad, que fue la tónica en toda su vida, dejando su trabajo recopilado y archivado de la historia de la Comarca aquí. Pero como enamorado de su profesión, se llevó en su corazón la satisfacción del deber cumplido y el amor que profesaba a la ciudad que lo vio nacer.

Gracias Señor director de Europa Sur por este privilegio que me otorga y permítame que me despida con las rimas de Fray Luis de León,

“Que descansada vida

el que huye del mundanal ruido

sigue la escondida senda

por donde han ido

los pocos sabios que en el

mundo han sido”.

Atentamente

Paqui Díaz, viuda de Manuel Natera.