Portadas de los edificios antiguos de Algeciras (I)
OBSERVATORIO DE LA TROCHA
Cada época ha dejado su impronta con un diseño particular desde el siglo XVIII hasta la actualidad
El arco de medio punto se prodigó en la arquitectura algecireña por la influencia de Gibraltar
Miradores antiguos de Algeciras (I)
El oppidum de Bailo, un asentamiento bátulo-púnico en la Sierra de la Plata, Tarifa
Las portadas son unos de los elementos principales en la decoración de los edificios de una población. En ellas se concentra gran parte de su ornamentación, junto a los miradores y balcones. Dentro de la extrema sencillez de la arquitectura algecireña cabe señalar una serie de portadas que nos indican la diversidad de estilos arquitectónicos que se dieron en Algeciras. Así, cada época ha dejado su impronta con un diseño particular desde el siglo XVIII hasta la actualidad.
Al demolerse muchos de los antiguos edificios, estas portadas han desaparecido obviamente y también debido a las modificaciones efectuadas en las plantas bajas de las viviendas. Los miradores o cierros y las portadas ha sido las estructuras arquitectónicas que más han sufrido los cambios experimentados a largo del tiempo.
He dividido las portadas en diferentes grupos según su estilo, de tal manera que puedan ser reconocidas más fácilmente.
Portadas adinteladas con pilastras y entablamientos
En primer lugar, he de comentar la portada principal de la iglesia de Nuestra Señora de la Palma, que data de 1723, de estilo barroco muy clasicista, con tendencias coloniales. El vano está enmarcado por dos pilastras de orden toscano y con un dintel con dovelas radiales, cuya clave muestra zapata clásica y el escudo medieval de Algeciras, que estuvo a punto de ser destruido en los años sesenta. Está construida en piedra arenisca. Su entablamento consta de arquitrabe, friso y cornisa con molduras denticulares coronada por medios pináculos rematados en bolas a ambos lados de la hornacina central, la cual está flanqueada por pilastras de ladrillo visto en sus fustes y piedra en sus bases y capiteles. Sobre ella se levanta un entablamento con arquitrabe, friso y una gruesa cornisa con dentículos. La hornacina custodia una imagen de Ntra. Sra. de la Palma, tallada en piedra, que fue erigida a comienzos de los años setenta, pues antes carecía de una imagen de la Patrona de la ciudad. Primitivamente esta portada contaba con un pequeño atrio con gradas, que fue eliminado muy a principios del siglo XX.
La portada de la capilla de San Antón, de 1754, es de estilo barroco popular muy clasicista. La puerta está enmarcada por dos pilastras de orden toscano y un dintel sobre el que descansa una cornisa, base de un frontón triangular partido, cuyos extremos se adornan con sendos medios pináculos, entre los que discurre una fina baquetilla. Según pude comprobar en una foto antigua de principios del siglo XX, bajo esta cornisa se encontraba un gran arquitrabe que le fue eliminado posteriormente con el fin de que pudieran salir los pasos con las imágenes religiosas en Semana Santa. En 2017 volvió a ser ligeramente modificada para ensanchar el vano. Hasta los años ochenta, las piedras de sus pilastras mostraban la piedra vista, pero luego se pintaron de color amarillo.
En la capilla del Cristo de la Alameda, del 1775, actualmente desacralizada y destinada a museo, podemos ver una bonita portada. Tras varias décadas de abandono fue restaurada en 2001. Esta portada consta de dos pilastras de estilo toscano, que fueron recortadas para la colocación de baldosines de color ocre veteados de blanco en un zócalo en los años veinte del pasado siglo. Tras la restauración de 2001, fue eliminado. Sobre su dintel discurre el entablamento, con una cornisa bastante volada, compuesta de varias fajas. Bajo esta cornisa se extiende un friso, adornado con triglifos, de inspiración clásica. La cornisa está coronada por unas bonitas molduras en forma de volutas, de inspiración rococó, con un óvalo en su centro.
En una foto antigua, de los años cuarenta del siglo XX, pude observar cómo era la portada de la iglesia de Nuestra Señora de la Merced, del convento homónimo que se hallaba en la calle Alfonso XI; por desgracia, tanto la iglesia como el convento fueron demolidos en el siglo XX. Aquella elegante portada constaba de un vano flanqueado por dos columnas de estilo toscano y entre ambas discurría un gran arquitrabe con un escudo en su centro; sobre el cual discurría la cornisa adornada con dos pináculos en forma más o menos de candelabros en cada extremo. En el centro de esta cornisa se abría una hornacina, con un arco de medio punto, enmarcada entre dos pilastras también de orden toscano; sobre esta cornisa destacaban dos pináculos del mismo estilo que los otros y un copete.
El gran portalón que se abre en la pared lateral norte de la capilla de Nuestra Señora de Europa, construido en 1954 para facilitar la salida de los pasos de Jesús Atado a la Columna y de Nuestra Señora de las Lágrimas, se halla enmarcado por gruesas molduras de piedra, con adornos en forma de artesones o casetones y sobre cuyo dintel discurre una robusta cornisa de amplio vuelo.
Dejando aparte los edificios religiosos, seguiré comentando otras portadas. En un moderno edificio, el Nº 9 de la calle Radio Algeciras, se encuentra la portada de la casona, presuntamente del siglo XVII, del cortijo de los Gálvez o de los Varela, pues en este asunto existe cierta controversia. Aquella casona, por desgracia, fue demolida a principios de los años setenta del siglo pasado. Consta de dos pilastras laterales, de estilo toscano, que sostiene un friso y un arquitrabe, con finas baquetillas, pero carece de una cornisa. El vano de la puerta está enmarcado entre molduras de sección escalonada y sobre su clave resalta una moldura en forma de gola. Esta portada guarda cierta similitud con la de la iglesia de Ntra. Sra. de la Palma o de Sta. María la Coronada, de San Roque.
En el edifico Nº 11 de la calle Ventura Morón, del siglo XVIII, actualmente abandonado a la espera de que se caiga, se abre una portada flanqueada por las consabidas pilastras de orden dórico o toscano de mampostería, sobre las que se levanta el entablamento formado por arquitrabe, friso y cornisa, sobre la cual se apoya el voladizo y sus cartelas de hierro forjado del balcón superior.
Las puertas laterales de la iglesia e Ntra. Sra. De la Palma son de las llamadas “de placa”, pues lucían en su entablamento unas placas con inscripciones alusivas a algún personaje; en este caso era Marcos Vivas, capitán de las Milicias Urbanas de Algeciras, el cual sufragó la ampliación del templo en sus dos naves laterales a finales del siglo XVIII. Los vanos se encuentran enmarcados por unas anchas molduras lisas sobre las que se levantan sendos entablamentos rematados por unas cornisas de molduras denticulares. En el centro de estos entablamentos se encontraban las aludidas placas.
En la casa Nº 13 de la calle de Las Huertas, del siglo XVIII y demolida en 2005, se abría una puerta, también de semejante estilo a la anterior. En ella destacaba un entablamento con cornisa de varias fajas y un friso con baquetillas. Subsistía la placa con alguna inscripción, aunque cubierta por varias capas de cal.
En el IES Kursaal, que data de 1942, podemos ver una portada con robustas molduras de piedra, divididas en dos secciones: una plana y la otra, que enmarca el vano, y la otra ligeramente abocinada que encuadra la puerta. Sobre el dintel discurre un estrecho arquitrabe coronado por una amplia cornisa. Se inspira en modelos clásicos. Muy parecidas a esta son las dos portadas del edificio que albergó el Gobierno Militar. Los vanos están enmarcados por unas molduras de poca anchura, de sección ligeramente escalonadas y sobre los dinteles discurren unos entablamentos con un estrecho arquitrabe y una cornisa algo volada. Siguen las pautas del estilo clásico ,imperante en los años cincuenta del pasado siglo.
Portadas adinteladas con columnas
Entre los edificios con portadas de este tipo hay que destacar la del edificio Nº 20 de la calle Segismundo Moret, del año 1925. El vano de la puerta está enmarcado por molduras de sección escalonada y sobre la clave del dintel destaca una gruesa moldura a modo de modillón, de perfil cóncavo. La portada está flanqueada por dos semicolumnas de estilo toscano apoyadas en sendos plintos y sobre las que discurre una amplia y gruesa cornisa curva, formada por varias fajas.
El edificio Nº 8 de la calle General Castaños, del siglo XVIII y derribado en 1998, mostraba una bonita portada con dos columnas de estilo toscano apoyadas en plintos; sobre estas discurría un entablamento compuesto por arquitrabe, friso y cornisa que servía de apoyo al voladizo del balcón superior, con dos cartelas a cada extremo y una repisa troncopiramidal invertida en el centro. La puerta estaba orlada por unas molduras de sección escalonada y la clave de su dintel lucia una gola. El nuevo edificio, que intenta imitar al original, ha reproducido, con ciertas modificaciones, esta portada.
Portadas adinteladas con molduras
En el palacete de la Marquesa de Marzales, construido en 1932, y situado en el paseo de Victoria Eugenia, nos encontramos con una portada que se corona con un tejadillo de tejas árabes, sostenido por diversos modillones y cuyos extremos se adornan con sendas bolas. A cada lado de esta portada destacan sendas molduras que imitan pilastras de orden toscanoco. El vano de la puerta está decorado con unas baquetillas con “orejeras” y coronado por una delgada cornisa.
La portada del edificio Nº 7 de la calle Gral. Castaños, que se halla en un lamentable estado de abandono, el cual data del primer cuarto del siglo XX y es de estilo modernista, muestra su dintel decorado en su parte superior con una delicada moldura con volutas, muy característica del “Art Nouveau”. Fue un edificio muy elegante, pero ahora se halla totalmente degradado .
La puerta del edificio Nº 28 de la calle Regino Martínez, actualmente con claros signos de abandono, que data de 1844, se encuentra rodeada por unas gruesas molduras de sección escalonada y sobre su dintel destaca un frontón alabeado partido, decorado con dentículos y volutas en su centro.
Las puertas de los edificios Nº 32 de la calle Cristóbal Colón, demolido en 2002, y Nº 22 de la calle José Román, restaurado en 1997, tienen en común el hecho de estar formadas por unas jambas y un dintel con una gruesa moldura plana cuya piedra se pintaba y con la clave del dintel resaltada. Este tipo de portada era muy usual en los edificios del siglo XIX. Son ya muy pocas las casas que se mantienen con estas portadas.
Portadas con arcos de medio punto
Un arco de medio punto es aquel que traza una semicircunferencia. Algeciras contaba con muchos edificios con este tipo de arco, bastante de los cuales han desaparecido. En primer lugar, he de comentar aquellas portadas con arcos de medio punto sobre dos jambas. Este tipo de portadas se prodigó en la arquitectura algecireña sobre todo a partir del siglo XIX. Se podrían situar sus lejanos antecedentes en las portadas de estilo renacentista italiano, inspiradas en los arcos triunfales del Imperio Romano. Desde Italia pasaron a Gibraltar tras la pérdida de esta población en el siglo XVIII y la posterior llegada de colonos del país transalpino. Desde la colonia inglesa llegaron a Algeciras, pues su arquitectura tuvo bastante influencia en la nuestra. Son de gran elegancia y desgraciadamente van desapareciendo debido a la demolición de los antiguos edificios, aunque en algunos de nueva construcción se han recuperado. Recuerdo que cuando era pequeño las veía pintadas de color rojo herrumbre.
El magnífico edificio Nº 11 de la calle Cristóbal Colón luce una de estas portadas. Sus jambas tienen unas molduritas que hacen que estén ligeramente rehundidas, con fajas en sus impostas. El arco también se adorna con molduras y su clave está resaltada con una moldura de motivo floral. La reja que cierra la luz de este arco muestra una bonita labor de forja. De semejantes características, aunque más estrecha, es la del edificio Nº 10 de la calle San Antonio (Edificio La Escuela). También era del mismo estilo la del edificio Nº 26 de la calle Cristóbal Colón, derribada en 2007.
La portada de la casa nº 3 de la calle Muñoz Cobo, derribada en el año 2000, se diferenciaba de las otras en que tanto sus jambas como el extradós de su arco lucen molduras acanaladas y sus jambas se levantaban sobre altos plintos. La portada de la casa Nº 1 de esta misma calle (antigua sede de la comandancia de obras) tiene decoradas las impostas de sus jambas con relieves de motivos vegetales en lugar de las tradicionales fajas, en la clave de su arco destaca la inscripción de la fecha de construcción (1845) y tanto su arco como sus jambas se adornan con finas baquetillas . La reja que cierra la luz de su arco presenta varias volutas de hierro forjado.
En el edificio situado entre la Plaza Virgen de la Palma y la calle José Santacana podemos apreciar una portada cuyas jambas y arco de medio punto están adornados por una serie de baquetillas y cordoncillos y las impostas tiene unas delgadas fajas; la luz de su arco carece de rejas de hierro forjado y la clave está resaltada por una moldura de motivo foliar. En el antiguo hotel Anglo Hispano, actual consulado de Marruecos, se abre una elegante y esbelta portada con arco de medio punto cuya clave está resaltada por un rostro felino. Tanto sus jambas y arco están resaltados por molduras y sus impostas se decoran con ligeras fajas.
Juan Carlos Martín Matilla es especialista en Arquitectura de La Asociación La Trocha, Licenciado en Filología, vocal de Patrimonio de la Asociación Cultural La Trocha y miembro de la Sección 2ª Arqueología, Etnología, Patrimonio y Arquitectura del Instituto de Estudios Campogibraltareños.
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