García Calderón pide sanciones para los medios que abusen de los menores
El fiscal superior de Andalucía propone una autoridad audiovisual, fuera de lo penal y con capacidad disuasoria, para regular · No ve fundamental identificar al menor para que una noticia sea completa
El fiscal superior de Andalucía, Jesús García Calderón, defendió ayer durante su ponencia de los XV Cursos de Otoño de la Universidad de Cádiz (UCA) la necesidad de desarrollar una normativa administrativa, sancionadora y fuera del ámbito penal que regule la difusión de las imágenes de los menores en los medios.
Su conferencia estuvo incluida en el curso Medios de comunicación, justicia y sociedad y se centró en la situación del menor ante los medios informativos. Indicó que la creación de esta normativa administrativa no supondría una gran dificultad. De hecho dijo que ya la hay en otros ámbitos. Propuso que esta responsabilidad recayera en una autoridad audiovisual que tuviera capacidad disuasoria.
García Calderón reconoció que la situación del menor ante los medios preocupa a la fiscalía y advirtió que se ha generado una nueva realidad por las últimas corrientes informativas. Habló de que no ha venido acompañada de un desarrollo jurisdiccional y que los conflictos aún no están resueltos, aunque al menos ya se están poniendo sobre la mesa. "La información no es más adecuada con la exposición de menores. Puede fluir sin quebrantar los derechos", señaló.
Admitió también que el marco jurídico se encontraba desbordado. "No es que no exista, pero los conceptos son diferentes". Dijo que era indudable el principio de protección reforzada y recordó que el código penal agrava las sanciones si hay menores de por medio.
Abundó en la nueva realidad que se ha generado y para ello comparó jurisprudencia del Tribunal Supremo en la que se veía que los jueces se preocupaban porque el menor tuviera capacidad. El cambio de ritmo lo marcaron principalmente los medios audiovisuales. "El concepto de menor maduro sería inviable con las informaciones de ahora".
Manifestó que era clave la ponderación en las colisiones de los derechos de información y de libertad de expresión con los de la imagen, intimidad y honor. "La información puede ser suficiente sin la necesidad de que el menor sea identificado". Creyó que el ministerio fiscal era un buen instrumento para filtrar los datos que son públicos y los que no. "Algunos medios insisten en que es necesaria la identificación -directa o indirecta-, pero creo que es un error porque no aporta nada al mensaje comunicativo".
Concluyó en sostener la prohibición de no difundir ni imágenes ni datos que identifiquen a menores entre 14 y 18 años, vio conveniente regular por ley las situaciones de los menores de 14 años y rechazó las intromisiones del derecho al honor con conductas que perjudiquen al sujeto. "Los medios tienen que abstenerse de difundir, incluso aunque el progenitor consienta o que se trate de un menor maduro".
Añadió que era necesario una atención individualizada y que si el menor compareciera ante los medios figure por escrito y que lo comunique previamente al ministerio fiscal por si decidiera solicitar medidas cautelares. Recomendó oir al menor y requirió al ministerio público la máxima atención para observar la tendencia de los medios de comunicación. Dijo que la fiscalía tiene que ser firme y uniforme.
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