Elena Novoa: "Durante el confinamiento, pintaba ballenas en cautividad como terapia"

EXPOSICIÓN

Su particular 'diario de pandemia', con dibujos de cetáceos, tuvo el suficiente éxito como para que dejara su anterior trabajo en una agencia de publicidad y se dedicara plenamente a sus creaciones

La algecireña, licenciada en Bellas Artes, expone su 'Vida marina' hasta el 12 de marzo en la asociación cultural Alarte

La exposición de Elena Novoa, en imágenes

La historia de amor de Neila Pascual con Tarifa, protagonista de sus acuarelas e ilustraciones

Elena Novoa en la asociación cultural Alarte, en el barrio de La Caridad.
Elena Novoa en la asociación cultural Alarte, en el barrio de La Caridad. / Erasmo Fenoy

Elena Novoa comenzó a dibujar cetáceos en cautividad durante la pandemia. Sus ballenas encerradas en peceras diminutas corrieron como la pólvora por las redes sociales en aquellas semanas de confinamiento. Muchas personas se sentían como esos enormes animales que necesitan libertad y mares abiertos.

La artista nacida en Algeciras, para matar el tiempo durante el encierro, compaginó su faceta creativa con largas horas ante la televisión viendo documentales de seres marinos. Ahora, cuatro años más tarde, se ríe al recordarlo. Hubo una historia que le marcó especialmente, la de la orca Tilikum que llegó a matar a tres de sus cuidadores en un parque acuático. "Esos animales, tan grandes e inteligentes, se vuelven locos en cautividad, sobre todo si los separan de sus crías", rememora Elena Novoa, que se define como ilustradora, artista plástica y arteterapeuta.

"La arteterapia o la psicoterapia del arte nos ayuda a entender los sucesos en el tiempo y a gestionarlos a través del crecimiento personal y la conexión con nuestro interior", explica esta algecireña licenciada en Bellas Artes que, tras el Covid-19 y dejar su trabajo en una agencia de publicidad, utiliza el arte como vía de sanación y liberación del estrés.

"En el mundo de la publicidad y el diseño, me perdí", reconoce. "A raíz de la pandemia me planteé qué estaba haciendo con mi vida". Durante el confinamiento, creó una cuenta en Instagram que utilizaba a modo de diario, donde iba colgando sus obras. Muchas de aquellas creaciones se vendieron por la sensación de vida y libertad que transmitían.

Actualmente, Elena Novoa expone hasta el 12 de marzo su personal 'Vida marina' en la asociación cultural Alarte que gestiona Cristina Harillo en la calle Huertas, en el barrio de La Caridad. "Mi vida siempre ha estado vinculada con el mar. La fascinación que siento por los cetáceos y la naturaleza libre y primigenia, pero a la vez vulnerable, me inspira un lenguaje onírico y un llamamiento a la libertad de esas criaturas", cuenta Novoa mientras recorre la sala donde cuelgan sus últimas obras.

Calderones entre las ruinas de Baelo Claudia, una visión de Elena Novoa.
Calderones entre las ruinas de Baelo Claudia, una visión de Elena Novoa. / Erasmo Fenoy

La conciencia ecológica también palpita con fuerza en la exposición. Como ejemplo, la pintura de unos calderones que nadan libres entre las columnas de la antigua ciudad romana y marítima de Baelo Claudia, en Tarifa. "Si el mundo sigue como hasta ahora, con la preocupante subida del nivel del agua a causa del calentamiento global, ¿quién nos dice que este enclave arqueológico no terminará bajo el océano?", plantea la artista, amante también del surrealismo y de la mitología escocesa.

Ilustraciones digitales, acuarelas, acrílicos y dibujos sirven a Novoa para plasmar enormes rorcuales, amapolas, mares oníricos, delfines majestuosos que navegan entre exuberantes magnolias, constelaciones, sirenas, morenas entre orquídeas... "El arte existe para que la realidad no nos destruya", escribió Nietzsche.

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