Condenados a 15 años los autores del asesinato de Fray Junípero Serra

La sección algecireña de la Audiencia Provincial ha fijado en 15 años de prisión las penas que deberán cumplir S. A. T. y B. M. por la muerte de R. M., que perdió la vida en agosto de 2008 en la calle Fray Junípero Serra de la barriada del Saladillo después de recibir numerosos golpes. Además, ambos deberán indemnizar con 120.000 euros a los familiares de la víctima.

El jurado popular dictaminó la pasada semana que ambos fueron responsables del fallecimiento de su vecino y han sido penados por un delito de asesinato. El abogado de la acusación particular, Isaac Soler, se mostró ayer parcialmente satisfecho con la resolución y dijo que tenía previsto ahora estudiar la sentencia de manera detenida. Este letrado solicitaba una pena de 20 años y una multa de 150.000 euros, mientras que el ministerio fiscal reclamaba 18 años y 120.000 euros. Las defensas mostraron su disconformidad tras conocer el veredicto el pasado miércoles.

El dictamen de este grupo de personas seleccionadas para hacer de jueces en este caso consideró acreditada la autoría de B. M., que no lo hizo solo, que tampoco lo transportó en solitario y que no hubo defensa de la víctima. Vio compatible las heridas del cráneo de R. M. con las herramientas que se encontraron en el domicilio de S. A. T. y se mostró en contra de manera unánime del indulto. Avalaron su postura en las pruebas policiales, periciales y otras testificales.

Fue a la conclusión que llegaron después de dos días intensos de juicio y de las numerosas pruebas que se practicaron. Los dos continuarán privados de libertad después de que se les considera responsables de la brutal paliza que recibió R. M., que apareció muerto en la cama de una vivienda de la calle Fray Junípero Serra empapado de sangre y con múltiples heridas. Las más graves, las que presentaba en la cabeza y en la cara.

Uno de los peritos que declaró señaló que al menos se emplearon cuatro armas blancas diferentes para provocar tal cantidad de heridas. Habló de que era creíble que hubiera más de un agresor, le extrañó que el fallecido no tuviera demasiadas lesiones de defensa y aseguró que con los golpes de la cabeza y de la cara era imposible que se moviera. Sí vio posible que una sola persona pudiera trasladar el cadáver.

En el último punto no coincidió con los agentes del Cuerpo Nacional de Policía de Algeciras, que aseguraron que la víctima fue golpeada en un dúplex y que luego fue trasladada a una vivienda contigua y que para ello se requirió de más de una persona.

B. M. exculpó en su declaración a S. A. T., reconoció que estuvo con el muerto aquella noche, que discutieron y admitió que le golpeó con una barra. Sin embargo, en su último turno de palabra se declaró inocente. Explicó que aquella noche estaba empastillado, que no se peleó con nadie, que se entregó y que estaba en el patio del bloque de viviendas.

S. A. T. también dijo que era inocente y que fue en prisión cuando le dijo B. M. lo que había sucedido y le tranquilizó porque le prometió que el día del juicio iba a asumir la autoría. Rechazó que interviniera en la muerte.