Antonio Ferrera: "En Algeciras toreé con el corazón y me dejé llevar por los sentimientos"
TOROS
El diestro recuerda su emotiva tarde en Las Palomas horas antes de hacer el paseíllo, este lunes, en Burgos
La pólvora de Ferrera y el bravo 'Veronés' de Victorino incendian Algeciras
Fotos de la corrida del sábado de la Feria Taurina de Algeciras 2023: Antonio Ferrera, Manuel Escribano y Miguel Ángel Pacheco
Antonio Ferrera es un torero con una sensibilidad a flor de piel. Cuando torea, todo en él se pone al servicio de un arte que le ha permitido ganarse la vida desde hace más de 25 años, cuando tomó la alternativa en 1997. A pesar de su dilatada carrera, sigue sorprendiendo a la afición cada vez que pisa un ruedo. Todo su ser se entrega, en cuerpo y alma, al espectáculo. En Algeciras, en la corrida que cerró la feria taurina, desató un auténtico delirio en los tendidos de Las Palomas. "¡Torero, torero!", le gritaba incesantemente el público.
A pocas horas de torear en Burgos, donde hace el paseíllo este lunes, Ferrera recuerda su última tarde en Algeciras, cuando indultó al bravo y noble Veronés, de la ganadería de Victorino Martín. "Hay plazas que son especiales y Las Palomas lo es para mí. No sé explicar muy bien los motivos porque se trata de detalles íntimos, pero tiene una solera muy bonita. Incluso me gusta escuchar el graznido de las gaviotas durante la lidia", cuenta el diestro, nacido en Ibiza hace 45 años, pero afincado en Extremadura.
En Algeciras recibió, no obstante, una de las cogidas más graves que recuerda. "Debuté en Las Palomas en 1998 con una corrida de Pablo Romero en la que compartí cartel con Ricardo Torres y Juan José Padilla. Toreé muy bien a uno de mi lote, pero al descabellar recibí una cornada muy fuerte, de las más fuertes de mi carrera. Tuve que pasar muchos días ingresado en el hospital Punta Europa", rememora el diestro.
"Estuve ingresado veinte días. Los primeros fueron muy duros. Le estoy muy agradecido a todo el personal médico que me atendió y a su calidad humana. Después también vino mi madre. Si echo la vista atrás, fueron días que recuerdo como complicados y grandiosos a la vez. Esos recuerdos son los que, a la larga, prevalecen", agrega.
La gloria del toreo
Cuestionado por las virtudes de Veronés, de Victorino, Ferrera responde: "Era un toro muy profundo y exigente. Su gran fondo de bravura permitía casi fundirte con él y entregarte; sentir el toreo, en definitiva. Un ser capaz de emocionarnos a todos tiene que transmitir vida", concluye, en referencia a la fuerte petición de indulto que prendió entre el público. "Lo que siente una plaza de toros en un momento así, tan sublime, está por encima de todo: es la gloria del toreo".
Antonio Ferrera comparte con Francisco Ruiz Miguel el récord de los diestros que más corridas de Victorino Martín han lidiado en su vida. A él, a Ruiz Miguel, le brindó la faena de Veronés. "Es todo un maestro. Una referencia en el arte del toreo desde que yo era un niño. Marcó una época gloriosa con los toros de Victorino. Fue muy emotivo poder abrazarle en Las Palomas", reconoce el extremeño.
Antes de almorzar algo ligero ante su compromiso en Burgos, reconoce: "En Algeciras toreé con el corazón y me dejé llevar por los sentimientos". Marca de la casa.
No hay comentarios