Los amantes de la radio de banda ciudadana tienen una visita obligada en el Campo de Gibraltar

Con una colección de más de 3.000 piezas de emisoras de Banda Ciudadana, San Roque cuenta con la única muestra permanente abierta al público de Europa. La colección de emisoras y accesorios de CB y radioaficionados fue inaugurada en 2011 y, desde entonces, puede visitarse junto al teatro Juan Luis Galiardo, en la alameda Alfonso XI.

El Museo Radioaficionado CB está dividido en dos plantas: una inferior que funciona como almacén expositivo y otra superior que cuenta con la sala de exposición. Visitar sus instalaciones supone hacer un recorrido por la historia de España a través de las distintas emisoras fabricadas en el país desde los años 50, pudiendo observar así su evolución a lo largo del tiempo.

El propietario de la colección, José María Yagüe, abre las puertas del museo los viernes de 19:00 a 20:00. Una visita gratuita que también puede concretarse para otro momento. Además, el tour suelen realizarlo los distintos centros educativos de San Roque. Por el local cedido por el Ayuntamiento a la Asociación de Museo CB pasan año tras año unos 500 alumnos.

Otros museos que visitar en San Roque

Museo Taurino Ciudad de San Roque. Los aficionados a la tauromaquia tienen una cita en la Plaza de Toros de la ciudad. En sus instalaciones hay una amplia documentación y colección de fotografías de diferentes épocas de la historia del coso sanroqueño desde su inauguración en 1853.

En la muestra puede verse la figura de Ballón El Africano, el encargado de dar el primer pase a muleta de la historia en la ciudad. También tiene su espacio el diestro mexicano Eduardo Liceaga, que murió tras la cogida que sufrió en San Roque en 1946, y Luis Miguel Dominguín. Otra de las esculturas más famosas del museo es la réplica del toro de bronce encontrado en el yacimiento del Cerro del Prado (Guadarranque) en 1989.

La indumentaria de los diestros locales y relacionados con el municipio están presentes en sus salas, al igual que planchas de grabados en madera, prensa antigua local y el primitivo reglamento de la Plaza.