Ruta del espeto por el Paseo del Levante: cuatro paradas imprescindibles para saborear La Línea

Desde las brasas junto al mar hasta las noches de música y pescado fresco, La Línea ofrece una experiencia gastronómica que huele a sal, sardinas y vacaciones

Ruta del atún rojo: sabor a mar en cada rincón del litoral del Campo de Gibraltar

Espetos.
Espetos. / E.S.
G.M.

La Línea, 29 de julio 2025 - 13:00

La Línea esconde un secreto al aire libre que cada verano cobra vida entre brasas humeantes y aromas inconfundibles: el espeto. En pleno Paseo Marítimo del Levante, los chiringuitos compiten en sabor, tradición y ambiente para ofrecer lo mejor de la gastronomía marinera a pie de playa. Aquí te proponemos una ruta por cuatro paradas imprescindibles para rendirte al ritual del espeto y mucho más.

Kaleu Beach es el punto de partida perfecto. Este chiringuito con sabor cubano se ha ganado el corazón de muchos. Sus sardinas asadas al fuego desprenden ese aroma que abre el apetito desde la distancia, pero su carta va más allá: arroces, pescados frescos y ensaladas que refrescan los días más calurosos. Todo ello servido con una sonrisa, por un equipo que convierte cada visita en una experiencia cercana y sabrosa. Comer aquí ronda entre los 10 y 20 euros por persona.

Seguimos la ruta hasta Caramba, un chiringuito que lleva el espectáculo del espeto a otro nivel. Con una cuidada estética y platos que parecen pensados para Instagram, aquí se espetan sardinas, pero también otras delicias del mar. La carta sorprende con tartares, tostas y arroces llenos de color y sabor. El ambiente no se queda atrás: DJs, música en directo y eventos convierten cada comida o cena en una pequeña fiesta a pie de playa. El precio medio por comensal se sitúa entre los 20 y 30 euros.

Unos metros más allá, el Chiringuito Changó ofrece una propuesta más relajada pero igual de auténtica. El espeto se toma con seriedad, casi como un rito. Aquí las brasas son protagonistas y se nota en el sabor de sus pescados, sus ibéricos y su carta que apuesta por la calidad sin estridencias. Ideal para quienes buscan saborear sin prisas, en un entorno tranquilo y familiar. Comer en Changó cuesta entre 10 y 20 euros.

Para cerrar la ruta, La Rayuela mezcla el aroma del espeto con el ritmo de sus actuaciones en directo. Sardinas o gambones se asan frente al mar mientras las mesas se llenan de pescados frescos, ensaladas y platos para compartir que invitan al picoteo entre amigos. Un lugar donde cada noche de verano se convierte en un pequeño encuentro entre sabores y música.

stats