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Toda la música bajo un mar de estrellas

Diego Ángel Martínez

27 de julio 2008 - 00:00

Pasada las diez y media de la noche y, con cierto retraso, la playa de La Barrosa se convirtió, el pasado viernes, en un gran escenario veraniego para acoger las voces más destacadas del flamenco, jazz, pop y house del panorama musical español. Así es como comenzó Chillclana ‘08, con un ambiente que sólo ocupaba las primeras filas y que, a medida que iba avanzando la noche, se fue llenando hasta completar el espacio habilitado para tal evento. Durante más de cuatro horas de música en directo, familias con sus pequeños, jóvenes y mayores tanto de la localidad como de fuera disfrutaron de un espectáculo donde el sonido y los efectos especiales destacaron pos su calidad.

El sonido de la batería y del bajo presentaban a las primeras artistas de la noche. Así, Alba Molina y Vicky Luna, ex componentes del grupo Las Niñas, deleitaron a los oyentes con la raíz flamenca de Alba y la voz jazzística de su compañera Vicky. Con canciones como Insensatez cantadas a dúo, además, del versionado Algo Contigo de la mano de Alba Molina y de Summertime de Vicky, los asientes gozaron de una cálida noche estival.

A medida que pasaban las horas el vaivén de las personas que, seguían sumándose el evento, adelantaban el éxito del espectáculo. Bajo una nube de humo y aplausos que hicieron vibrar la playa, La Negra, apareció por el escenario contando El Mago Piticó, un tema de su primer álbum. Su particular timbre de voz animó a chiclaneros y turistas a cantar y bailar al son de una música con toques flamencos. La artista regaló a los asistentes dos canciones de su próximo disco como, A rosas e India. Por otra parte con los temas Me quedo contigo y Se fue, se despidió de un público embrujado por su música.

Pero, sin duda, la cantante más esperada por niños y mayores fue Conchita, artista pop revelación en el 2007 y que en la noche del viernes despuntó por su peculiar registro. Así, la madrileña se consagró una vez más como gran vocalista, pero esta vez en tierras gaditanas. De esta manera, arrancó con su Puede ser para continuar con los grandes éxitos de su primer disco. Mientras pequeños y jóvenes coreaban sus canciones, la artista afirmó que “era un placer tocar junto al mar”. Acompañada de su inseparable guitarra, deleitó a los espectadores con su conocido Nada que perder y permitió a su público cantarlo con ella a la vez que movían sus brazos al compás de la música. También mostró Encaje mi corazón, una exaltación de la amistad o Tonta, dedicado al desamor además de una nana, entre otras. La cantante y compositora tras finalizar su actuación regresó al escenario para cantar otra canción ante la petición del público.

El concierto se prolongó hasta altas horas de la madrugada con The Planet House que, cerró el espectáculo con los mejores disc jockeys de música house. De modo, los más jóvenes animados por siete bailarines, cuatro chicas y tres chicos, se despidieron de la mejor manera, bailando. En definitiva, la playa y los miles de asistentes fueron testigos de las melodías de diversos estilos musicales. La Barrosa se despidió hasta el próximo 23 de agosto en una agradable noche donde, afortunadamente, no se contaron incidentes debido al gran despliegue de fuerzas de seguridad.

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