Tres directoras para el ecuador del FCAT: Denise Fernandes, Lamia Chaibri y Hind Medde
El filme caboverdiano 'Hanami', el cortometraje 'Como una espiral' y el documental 'Sudán, acuérdate de nosotros' protagonizan el miércoles en el festival
Dos directoras jóvenes, la marroquí Lamia Chraibi y la caboverdiana Denise Fernandes, se han sentado este miércoles a charlar sobre su cine frente al público del Festival de Cine Africano de Tarifa en la sesión Aperitivos de Cine. Lo han hecho bajo el viento del Estrecho y en conversación con el crítico y programador Pablo de María, con el objetivo de ahondar en sus obras en competición de esta edición: el cortometraje Como una espiral, de Chaibi y el largometraje Hanami, de Fernandes.
La poética película caboverdiana gira en torno a los que se van y a los que se quedan en alguna de las diez islas de este país lusófono, aunque también es una historia de relación madre-hija. En palabras de la directora, “no me gusta decir cuál es el mensaje de la peli. Cada persona la guarda a su manera y se apropia de ella. Me gusta la lectura de que la isla es también madre en la película”. La geografía elegida que aparece en la película es concretamente la de la isla de Fogo.
Fernandes ha aludido en Tarifa al “mundo onírico” de su largometraje y la relación que este tiene con el cuento y la literatura. “He querido mostrar la cualidad mágica de la isla, un lugar donde todo podía pasar. Igual que existe ‘El Principito’, la magia es infinita también en las historias africanas”.
En cuanto al título de su filme, la directora ha revelado que lleva hasta Japón, donde la palabra hanami invita a contemplar la acción de los cerezos en flor “cayendo como gotas de lluvia”. Denise Fernades, conocida en el festival, ganó el premio al Mejor Cortometraje en el FCAT 2023 con Nha Mila.
Gracias a su acompañante en la charla, la directora marroquí Lamia Chraibi, muchos espectadores han conocido qué es el sistema Kafala. Se trata de una práctica muy criticada por organizaciones de derechos humanos, que vincula al trabajador extranjero con un patrocinador local (kafeel). Este patrocinador es responsable legal y financiero del trabajador mientras esté en el país, por lo que el trabajador no puede cambiar de trabajo o salir del país sin el permiso del patrocinador.
Su cortometraje Como una espiral es un diálogo entre la ciudad de Beirut y cinco mujeres, trabajadoras domésticas inmigrantes, sometidas a dicho sistema. "Se trata de racismo estructural y de patriarcado”, en boca de Chraibi, “el de un sistema que existe desde la colonización. Las libanesas hacían antes ese trabajo y ahora lo realizan mujeres de otros muchos países”.
Al testimonio de estas mujeres lo acompaña una experimentación formal en el metraje por el uso de la imagen y el sonido. Rodada en analógico, en 16 mm que dan “materialidad” a las imágenes, la ciudad de Beirut es un personaje más de la historia.
La directora ha contado en Tarifa que el conflicto y las tensiones en Oriente Próximo no han permitido acompañar el cortometraje en Líbano, aunque sí ha podido asistir a coloquios tras algún pase vía videollamada. La espiral de su título alude a “algo que nunca termina”, tal y como le ocurre a la historia reciente de Líbano.
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