Batería de costa de Paloma Alta

Una nueva vida para tres gigantes del Estrecho

  • La Asociación Conde de Gazola promueve un consorcio para hacer visitable la batería de costa de Paloma Alta, en Tarifa

  • Los cañones, instalados en los años 40, se usaron hasta 2008

Una persona posa junto a la caña de uno de los cañones de Paloma Alta, en Tarifa.

Una persona posa junto a la caña de uno de los cañones de Paloma Alta, en Tarifa.

En su día fueron las piezas de artillería de mayor tamaño y calibre usadas en España, con un diámetro de 381 milímetros. Por el bocal de un cañón Vickers 381 podría entrar sin problemas un niño o incluso una persona delgada. Eran capaces de lanzar una bala de 885 kilos a una velocidad de 762 metros por segundo, equivalentes a 2.743,2 kilómetros por hora, y para manejarlos hacían falta más de quince personas.

Los cañones Vickers son considerados por los expertos militares como un prodigio de la ingeniería de los años 20. Tarifa tuvo en activo tres unidades en la batería de costa de Paloma Alta para proteger el área estratégica del Estrecho de Gibraltar entre los años 40 del siglo pasado y 2008, cuando lanzaron el último proyectil tras casi 70 años al servicio de la defensa nacional.

La Asociación Conde de Gazola, que agrupa a más de 300 personas interesadas en la conservación y promoción del patrimonio militar de todo el país, promueve un proyecto para rehabilitar la batería de costa tarifeña mediante un consorcio que agrupe al máximo de administraciones posibles. “Todos los cañones de este tipo que compró España han sido puestos en valor con parques visitables y recintos museísticos, menos los de Tarifa. Se trata de unas piezas singulares, históricas, que merecen ser protegidas y que pueden ser utilizadas para fomentar el turismo como ya sucede en el resto de puntos del país, donde reciben visitas y generan actividad económica a diario”, explica Joaquín de la Cámara, director del proyecto y vocal de financiación y publicidad de Conde de Gazola.

España compró en los años 20 las únicas 18 unidades de estos cañones construidas en Inglaterra entre 1926 y 1930. De ellos, quedan dos en La Coruña, cuatro en Cartagena, otros tantos en Menorca y los tres de Tarifa.

La Coruña, Cartagena y Menorca acogen diez unidades, todas en parques y rehabilitadas

Conde de Gazola ha iniciado los contactos con administraciones como la Diputación Provincial de Cádiz, el Ayuntamiento de Tarifa o la Junta de Andalucía para que cada una de estas entidades se sume al consorcio. También se ha llamado a la puerta de empresas privadas, mientras que el Ministerio de Defensa ya ha dado su visto bueno. “El Jefe del Estado Mayor del Ejército, el general Francisco Javier Varela, respondió afirmativamente a la propuesta realizada por el presidente de Conde de Gazola, el teniente general Antonio de la Corte, para constituir el consorcio”, precisa De la Cámara.

Los cañones de Tarifa se distinguen de sus gemelos repartidos por el resto del país por un par de matices. Primero, por la fecha de instalación. Los Vickers 381 no llegaron al área del Estrecho hasta terminada la guerra civil, mientras que el resto fueron puestos en marcha en enclaves marítimos en los años 20. Hasta el conflicto, existía una cláusula de distancia mínima con Gibraltar.

También resulta singular el hecho de que en Tarifa haya tres unidades, cuando se trata de un modelo diseñado para trabajar por parejas. “Para montar la batería de costa de Paloma Alta se trajeron dos cañones de Ferrol y otros dos de Menorca. Uno de ellos se averió”, comenta De la Cámara.

El bocal de uno de los cañones Vickers 381 de Tarifa. El bocal de uno de los cañones Vickers 381 de Tarifa.

El bocal de uno de los cañones Vickers 381 de Tarifa.

Además de las tres unidades de Tarifa, el recinto militar estaba compuesto en su día por una decena de edificios militares, hoy desafectados, para los que la asociación propone rehabilitar varios que acojan un centro de interpretación o una cafetería, entre otros servicios, siguiendo el modelo de los parques que presiden los otros Vickers.

En La Coruña, los cañones coronan el parque del Monte San Pedro, con 78.339 metros cuadrados. Cuenta con instalaciones como un merendero, un estanque con patos o un laberinto inglés con plantas italianas abierto todos los días.

En Cartagena, la Batería de Castillitos tiene también a los cañones como el elemento central de una ruta senderista mientras que en Menorca, las unidades se encuentran en la Fortaleza de la Mola. “Siempre se habló de hacer un museo militar en Tarifa, un lugar con alta tradición castrense, pero la crisis dio al traste con la iniciativa. Ahora estamos trabajando por sacar la idea adelante. Hay entidades que ven el proyecto con buenos ojos”, resume el portavoz de la asociación.

Una vez que sea promovido el consorcio con las administraciones interesadas, será el momento de elevar una propuesta formal, incluyendo los aportes de financiación previstos, al Ministerio de Defensa. “Hay dos administraciones dispuestas a participar y un par de empresas”, puntualiza el portavoz de la asociación. Conde de Gazola prevé que el consorcio se cree a finales de este año y poder avanzar en la iniciativa.

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