El Ayuntamiento de Tarifa se suma a los municipios que buscan poner freno a los desplazamientos cortos en coche. Para ello, la entidad local ya trabaja en la puesta en marcha de una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) para limitar la circulación en el casco histórico de la localidad.

La propuesta inicial, elaborada por una consultora especializada, pasó por el Pleno municipal este mes de noviembre. Una vez que todos los grupos políticos conocen la iniciativa, el documento saldrá próximamente a exposición pública para recoger posibles sugerencias o alegaciones antes de que se apliquen los cambios a las ordenanzas locales de tráfico.

En esencia, la Zona de Bajas Emisiones planteada para Tarifa se articula mediante una limitación para la circulación motorizada en la zona de intramuros del núcleo de población así como en el entorno de los centros educativos que se reparten por el frente de la playa de Los Lances mediante ZBE puntuales. Toda la zona centro, además, sería una zona con prioridad peatonal. 

El plan definido se articula mediante tres fases progresivas de implantación en cinco años, hasta 2027, con un presupuesto total estimado de 2,1 millones de euros. La primera fase, para los años 2022 y 2023, es la relativa a las medidas iniciales de puesta en marcha mientras que las posteriores abarcan la mayoría de las obras de infraestructuras necesarias para la aplicación total. Entre ellas, mejoras para el tránsito peatonal en Batalla del Salado y la Avenida de Andalucía, entre otros viales principales exteriores al casco histórico.  

Zona de Bajas Emisiones en Tarifa, con todas las actuaciones previstas hasta 2027.

No obstante, tanto en el centro como en el entorno de los colegios ya hay medidas de control. Es el caso del centro, donde desde el viernes por la tarde hasta el lunes la circulación por Sancho IV el Bravo queda prohibida. "Ya tenemos medidas para reducir el uso del vehículo privado en la localidad. Pero la intención es que exista una regulación y una aplicación los 365 días del año. Para ello pretendemos crear la Zona de Bajas Emisiones junto con un sistema de carga y descarga para abastecer al centro y autorizaciones para residentes regulados con unas cámaras que ya están instaladas", avanza el alcalde tarifeño, Francisco Ruiz.

La ZBE para el centro se basa en un diagnóstico previo cuyos resultados son reveladores: la mayoría de los desplazamientos en coche dentro de Tarifa no superan los dos kilómetros de distancia. Algo que se traduce en una bolsa de emisiones contaminantes y de dióxido de carbono fácilmente atajable con medidas alternativas. Y otra buena parte del tráfico que llega al centro lo hace desde otras localidades, particularmente en verano.  

Así, la propuesta técnica de la ZBE para Tarifa busca reducir el tráfico en un 35%, porcentaje que equivale a las emisiones de los considerados desplazamientos prescindibles, a la par que plantea una serie de viales como distribuidores del tráfico fuera del núcleo histórico para cubrir las demandas vecinales. 

Las medidas propuestas para la ZBE de intramuros serán controladas mediante cámaras lectoras de matrículas para permitir el acceso a vehículos con Etiqueta Cero (sin emisiones), los vehículos de personas residentes permanentes o titulares de segundas residencias, aunque no estén empadronadas, al servicio público (taxis o buses) así como las prestaciones de carga y descarga en horarios determinados. La ZBE también plantea el acceso a los aparcamientos privados, tanto en propiedad como en alquiler, y a los vehículos de personas con movilidad reducida de residentes. 

"Tarifa es un municipio muy manejable peatonalmente hablando. Y no solo se trata de restringir el tráfico, sino de hacer una trama urbana más accesible y agradable para los peatones y usuarios de medios de transportes alternativos al coche. Buscamos igualmente crear zonas de sombra y áreas de descanso peatonal para desincentivar el uso del coche", abunda el regidor tarifeño. 

En paralelo, la localidad se dotará de unas bolsas de aparcamiento disuasorio repartidas por puntos clave como los accesos a la localidad y las inmediaciones al centro. Estas bolsas buscan, entre otras medidas, que los miles de vehículos de turistas tomen el centro, donde aparcar en la temporada estival resulta muy complicado. 

Centros escolares

Otro de los puntos establecidos en el mapa de la ZBE de Tarifa se encuentra en la franja costera frente a Los Lances. Aquí se ubican tres centros educativos sobre los que el Ayuntamiento ya aplica medidas de control.

Entre otras prohibiciones, no se puede circular en coche por la puerta de los tres colegios de 8:30 a 11:00 y de 14:00 a 16:00 para evitar las riadas de coches con escolares.

Ahora se busca dar un paso más y mejorar los accesos peatonales a los colegios con aceras más anchas, entre otras medidas previstas en el plan como el calmado del tráfico, que busca reducir la velocidad de la circulación al entorno de los 20 o 30 kilómetros por hora. 

"En Tarifa estamos muy comprometidos con la implantación de la Agenda Urbana local. Y la ZBE será una medida que se incorpore dentro de estas iniciativas junto con un plan municipal contra el cambio climático", subraya Francisco Gil. 

Todo el proyecto para la implantación de la futura ZBE en Tarifa está siendo financiado con fondos municipales. "No tenemos acceso a subvención para este tipo de proyectos por nuestro tamaño de población. Pero sí creemos que es aquí donde debe incidirse en reducir el uso del coche, precisamente por el tamaño de la población", concluye el alcalde.