El restaurante BiBo Tarifa en la playa de Valdevaqueros va tomando forma. Las obras de construcción del chiringuito del chef marbellí avanzan de manera que en menos de un mes la estructura del negocio ya está totalmente terminada.
El prestigioso restaurador promueve la apertura de un restaurante veraniego en la zona costera de Casas de Porro, junto a la playa de Valdevaqueros, como parte del proyecto autorizado por el Ayuntamiento de Tarifa en 2017 para habilitar en una parcela privada un establecimiento hostelero y un aparcamiento que eran conocidos hasta entonces como proyecto Eolo.
Las labores de construcción comenzaron a finales de marzo con la instalación de una capa de grava sobre la que se colocó una tarima que hace las veces de base del edificio. No hay cimentación, según las estipulaciones del proyecto. Esta semana ha quedado concluida la estructura principal en madera, similar en aspecto a una pérgola, por lo que ya son perceptibles las dimensiones finales y altura del restaurante.
Los operarios afrontarán en los próximos días las labores de instalación de los revestimientos, carpintería exterior y otros elementos. Los empresarios mantienen la previsión de abrir en junio.
Las tareas de edificación se mantienen después de que la Junta de Andalucía no accediera a las pretensiones de la plataforma Salvemos Valdevaqueros, que exige la paralización del proyecto por, sostienen, su impacto ambiental y arqueológico además de supuestas irregularidades en la tramitación administrativa.
El colectivo ciudadano había denunciado a principios de abril la apertura de zanjas y exigido la paralización de las obras alegando que durante la excavación de las franjas por las que irán las conducciones de agua y electricidad habían aparecido restos cerámicos de un acueducto de la antigua ciudad de Mellaria. Algo que Cultura descartó prácticamente desde el primer momento y atribuyó a una época más tardía.
La arqueóloga responsable del proyecto determinó que la afección de las obras será “nula” mientras que la Junta agregó que en la zona donde se cree que puede haber restos arqueológicos no se han movido los terrenos. “Lo contrario. Se ha aportado una capa de grava donde se está colocando el chiringuito y las canalizaciones van aéreas bajo una tarima de madera”, resaltaron entonces.
El colectivo difundió hace unos días unas fotografías de mediciones en las zanjas con una profundidad de hasta 70 centímetros que, según Salvemos Valdevaqueros, son superiores a los 50 centímetros autorizados. Salvemos Valdevaqueros mantiene una campaña de recogida de firmas contra la iniciativa que roza las 178.000 firmas en internet.
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