La adolescencia es en muchos casos un proceso complicado, una etapa de cambios donde la inocencia de la niñez se va dejando atrás y empiezan a interiorizarse conceptos externos, a afianzarse valores y a vivir todo con una intensidad muy característica de esa edad.

Es el momento de descubrir, autoconocerse y de comenzar a entender cuál es tu papel en el mundo. Donde además, las hormonas juegan un papel importante y la madurez mental es la clave para hacer de esta etapa una de las más bonitas en la relación entre padres e hijos, siempre que se tengan las herramientas adecuadas.

Así lo afirma Patri Psicóloga, en Mejor Conectados -una iniciativa de Telefónica- donde la divulgadora de la psicología de la salud con más de 26 años de experiencia habla de la importancia de trabajar la relación con los hijos desde el primer momento para, cuando sean adolescentes, entendamos sus cambios y les ayudemos a mejorar su autoestima; fomentando siempre una comunicación positiva y productiva con ellos.

Claves para entender las emociones de los adolescentes

Lo cierto, es que son años complicados desde el punto de vista de los padres, pero especialmente para los protagonistas de la historia, de hecho, la idea de la que parte Patri Psicóloga para iniciar nuestro camino en la relación con los adolescentes es la disciplina positiva, el respeto y la empatía absoluta hacia ellos.

Sobre esta base, la divulgadora intenta responder a las preguntas que más surgen en estas situaciones: ¿cómo debemos comunicarnos con nuestros hijos? ¿Existe una forma de acercarnos a ellos para mejorar la relación? ¿Qué cambios experimentan los jóvenes en estos años?

Disciplina positiva

Entendemos como disciplina positiva ese modelo de crianza que se basa en los puntos positivos del comportamiento de cada niño. Lo que nos ayudará en la relación con nuestros hijos; a conocer sus emociones y a validarlas.

Acercamos desde el respecto y la aceptación para crear vínculos y complicidad; hay que ser capaces de empatizar y de hablar sin juzgar para no perder la poderosa conexión que podemos tener con nuestros hijos, y más en una etapa tan clave en el desarrollo.

Pero esto no es un trabajo que surge con la adolescencia, sino que más bien culmina con ella: la disciplina positiva debe trabajarse desde el nacimiento de los hijos, para cuando sean adolescentes, se sientan cómodos para comunicarse con sus padres. Una relación fluida que mejore su autoestima y entiendan a sus padres como "lugar de confianza" al que siempre puedan acudir.

Una relación saludable con nuestros hijos les permitirá desarrollar una autoestima sana, lo cual les dará la confianza para acudir a nosotros cada vez que lo necesiten

Cómo conectar con nuestros hijos adolescentes

Para lograr todo esto de lo que hemos hablado anteriormente, Patri Psicóloga nos ofrece herramientas para relacionarnos desde el respeto, la empatía y la comunicación con los adolescentes. Asumiendo, eso sí, que la teoría difiere mucho de la práctica porque sobre el papel es más sencillo. Pese a todo, la divulgadora nos anima a que empecemos poco a poco y con pequeños detalles del día a día basados en los siguientes consejos.

Cinco claves para conectar con los adolescentes

• Aceptación y validación. Lo primero que necesitan nuestros hijos es "aceptación absoluta de lo que son y lo que piensan", asegura la experta. "Quiere a tus hijos tal y como son", añade, eso les ayudará a tener una autoestima fuerte que les hará enfrentarse de una forma segura ante el mundo.

• Respeto. El entendimiento es la capacidad de ponernos en el lugar de la otra persona y debemos ser capaces de llegar a ello. También con nuestros hijos. Puede que no estemos de acuerdo con algunas de sus opiniones, pero es importante escucharlas y hacerlo desde un trato de respeto hacia ellos.

• Evita la ira y los reproches. Debemos tratar de tener siempre una comunicación amable y no levantar la voz, corregir desde la serenidad y evitar los reproches. Si sentimos que vamos a explotar, lo mejor es tomarse un rato para serenarse y después afrontar el problema.

• Límites. Establecerlos no es malo, de hecho, los límites son importantísimos y ayudan a los adolescentes a entender qué pueden hacer y qué no bajo ningún concepto. Ellos se relajan cuando saben lo que pueden hacer y lo que no. El consejo de Patri Psicóloga es hacer una lista con las normas en la que tanto padres como hijos participen; sabiendo que algunas cosas pueden ser negociables y otras no. El hecho de sentirse incluidos ayudará a que cumplan el acuerdo.

• Amor. Da igual de qué forma, pero darles amor es la base para una buena educación, conexión y relación con nuestros hijos.