El detenido por la muerte de Salvi, el empresario gaditano de 33 años al que ejecutaron de dos disparos el pasado 2 de enero, ha confesado los hechos después de que la Guardia Civil lo detuviera y pasara, hoy mismo, a disposición judicial.

El asesinato tuvo lugar durante la madrugada del 2 de enero cuando Salva estaba viendo la televisión desde el sofá de su casa, ubicada en la planta baja de un edificio en San Roque. En ese momento alguien, desde la ventana, le profirió dos disparos con una escopeta que fueron a parar a su estómago y su cabeza y que acabaron con su vida de forma inmediata.

Tras abrir las correspondientes pesquisas la Guardia Civil detenía el pasado 9 de enero al que desde el primer momento se había convertido en el principal sospechoso: Lulu, un conocido de la infancia de la víctima.

Los agentes centraron su investigación en él después de conocer que tres días antes de la ejecución de Salvador Galeano, Lulu y Salvi habían tenido una pelea a las puertas de un local porque, presuntamente, Lulu estaba molestando a la pareja del ahora fallecido.

Aunque algunos testigos indicaron que la discusión se había saldado con un abrazo, el agresor había amenazado de muerte a Salvi y le había asegurado que le daría un tiro.

Según el relato de algunos familiares tras los hechos Lulu acudió a casa de la madre de Salvi para decirle que iba a matar a su hijo y tuvieron que ser los propios padres del presunto asesino quienes se lo llevaron de allí. Tras eso Salvi fue a hablar con él y se inició otra fuerte pelea que no fue a más porque estaba presente la madre de Lulu. Este fue el contexto para que posteriormente Lulu decidiera ejecutar a Salvi.

La Guardia Civil consiguió entrar en su domicilio el pasado día 9 de enero y tras encontrar en él el arma del crimen, lo detuvieron. A pesar de que el joven ha confesado el asesinato esta mañana, los agentes se centran ahora en averiguar si hay más personas implicadas en el ataque y cuál fue el móvil real del mismo.

Quién es Lulu

Lulu se crió junto a Salvi en el mismo barrio de San Roque, en Cádiz. Tenían la misma edad y fueron juntos al instituto. Cuando Salvi abrió un negocio de restauración llegó a ofrecerle trabajo. Desde que ocurrieron los hechos agentes de la Guardia Civil han estado muy pendientes de él, especialmente durante el momento del entierro.

Éste llegó a publicar en redes sociales una foto con el asesinado lamentando su pérdida. En la descripción de dicha fotografía Lulu escribía: “Otra desgracia más para mí y para mi alrededor, otra persona que siempre estaba en mis malos y buenos momentos, y siempre estarás, con nuestros más y menos porque éramos chispas como tú y como yo. Pero después íbamos los dos a por todas. Sabes que allí donde estés siempre estarás conmigo. Muere quien es olvidado y yo nunca te olvidaré”.