ELA: qué es y cuáles son sus síntomas

En Andalucía se diagnostican cada año unos 90 nuevos casos de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), ocho enfermos más al mes, que entran en la diabólica espiral que te genera esta enfermedad progresiva del sistema nervioso, que afecta a las células nerviosas en el cerebro y la médula espinal, y termina causando la pérdida del control muscular esencial e impide realizar acciones básicas en el ser humano como hablar, caminar, respirar o comer.

Actualmente es incurable, aunque recientemente científicos en el Reino Unido determinaron por primera vez la estructura de la molécula asociada a la ELA y se sigue concienciando a la sociedad de lo que implica para la persona padecerla, impulsando y trabajando para seguir avanzando desde el punto de vista médico, para lo que es necesario aportar el máximo de recursos posible.

La causa de la ELA es todo un misterio y aparece de forma espontánea en el 90% de los casos (sólo un 10% se asocia a antecedentes familiares). En España hay alrededor de 4.000 pacientes. La incidencia de esta enfermedad es de 2 casos por cada 100.000 habitantes y su prevalencia de 5 casos por cada 100.000.

Síntomas de ELA

Los datos estables de afectados y sus consecuencias preocupan, y mucho, pero ¿cómo puedo saber si puedo estar afectado por la ELA? Porque la ELA se pasa sin dolor. Ni la vista, ni el tacto, ni el gusto, ni el olfato ni el oído se ven afectados. Tampoco los esfínteres y la función sexual y no todos los pacientes que terminan padeciendo ELA pasan por los mismos síntomas. Continuos tropiezos, muestras claras de torpeza, excesivo cansancio...varias son las incidencias que nos pueden hacer sospechar. Desde el punto de vista médico estos síntomas podrían clasificarse de la siguiente forma:

• Debilidad muscular: Es el síntoma más claro de la ELA. Puede darse en manos, brazos o piernas y obliga a realizar movimientos anormales.
• Calambres y pérdida de reflejos: Los calambres suelen producirse especialmente en manos y pies y la pérdida de reflejos es progresiva pero persistente.
• Balbucear con dificultad para transmitir algo de forma verbal. Este es otro de los síntomas más evidentes de que se puede estar padeciendo un caso de ELA. Hasta un tercio de los pacientes diagnosticados empezaron el proceso por este síntoma.
• Falta de aliento y dificultad para respirar y tragar