La devoción cofrade empuja un año más al Medinaceli de La Línea
La junta de gobierno retrasa su salida unos 45 minutos pero decide procesionar desde Santiago Los linenses vuelven a demostrar su fe en el Cautivo y la Virgen de la Trinidad
La Venerable Hermandad de Penitencia y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado y María Santísima de la Trinidad, popularmente conocida como el Medinaceli, volvió a dejar ayer patente que es una de las cofradías que más devoción genera entre los ciudadanos de La Línea.
El Señor se hizo esperar. Con su salida prevista a las 20:15 horas de la parroquia de Santiago Apóstol, la junta de gobierno decidió encerrarse para deliberar y sopesar los pros y los contras de procesionar desafiando al tiempo o permanecer en el templo. En torno a las nueve hubo fumata blanca. El Medinaceli volvería a inundar de fe un año más los corazones de los linenses.
De hecho, hay que destacar un año más el elevado número de personas que se vuelcan con el Miércoles Santo en La Línea y que no dejan escapar la ocasión para presentar su respetos al Medinaceli.
Así, ayer era bastante complicado encontrar un hueco en la salida o en algún punto de la calle Jardines, donde se encuentra ubicada la parroquia de Santiago Apóstol, para ver la procesión. A esos cientos de espectadores había que añadir a las personas que ambas imágenes, sobre todo el Cautivo, llevaban a sus espaldas.
El itinerario marcado por la hermandad discurrió por Jardines, realizando su tradicional parada junto a la comisaría de la Policía Nacional, que el año pasado cumplió su vigésimo aniversario como hermana mayor, y prosiguió por Huerta de Enmedio, Maestro Muñoz Molleda y Clavel. Entró en carrera oficial en torno a las 23:30, una hora después de lo previsto en el programa debido al retraso en su salida.
Una vez hecho ésto, el desfile debía cruzar la plaza de la Iglesia, padre Rodríguez Cantizano, Sol, Clavel, Jardines y regreso a su templo. Al cierre de esta edición, el Medinaceli continuaba su peregrinaje.
El paso del Señor iba adornado con claveles rojos y desfiló a las órdenes de Isidoro Javier Vega Moreno y José María Campoy Sevilla como capataces responsables. Marchó al son de la Agrupación Musical de los Muchachos de la Consolación de Utrera.
El paso de la Virgen fue engalanado con claveles, gladiolos y rosas blancas y procesionó con Andrés Benigno Gómez Lebrón y Jesús Lucena Candial como capataces. El acompañamiento musical corrió a cargo de la Banda de Música de Nuestra Señora de Palomares de Trebujena.
La hermandad estrenó el estandarte corporativo, realizado en su taller bajo la dirección de Antonia Gil y sobre un diseño de Fray Ricardo de Córdoba, y el mástil de orfebrería, realizado por el taller de Antonio Santos Campanario. Fundada en 1949, esta cofradía cuenta con unos 620 hermanos, de los que unos 150 desfilan con túnica blanca y botones y cíngulo morados, antifaz y capa blancas y calzado negro.
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