Buena Muerte y Mayor Dolor

Los barreños acompañan la procesión más solemne de la Villa

  • La imagen del Crucificado desfila seguida por numerosas promesas

La solemnidad y el silencio embargaron la noche del Viernes Santo en Los Barrios para acompañar al Santísimo Cristo de la Buena Muerte, seguido por María Santísima del Mayor Dolor.

A las ocho de la tarde, cientos de personas se agolpaban en la Plaza de la Iglesia para contemplar la salida de las dos últimas imágenes que realizan estación de penitencia en la Villa. La salida del Cristo desde la puerta lateral del templo, como siempre, fue brillante y el silencio se quebró sólo por los aplausos. En el caso de la Virgen, cuya principal característica es la ausencia de Palio, lo que confiere un carácter aún más sencillo, los siempre bellos acordes de la banda municipal de música de Los Barrios, acompañaron el recorrido.

En cuanto a los estrenos, la hermandad, caracterizada por su sencillez, lució un incensario y el libro de Reglas, que ha sido restaurado en los tallers de Paula Orfebres de la localidad cordobesa de Lucena.

Numerosas promesas desfilaron tras el Cristo por las calles del centro de la localidad en un recorrido que llevó algo más de cuatro horas y con instantes bellísimos como el paso por la calle Alta y Consuelo, ambas con gran dificultad por su pendiente.

Ya al filo de la una de la madrugada, Madre e Hijo se vieron frente a frente en el tradicional encuentro que cierra las estaciones de penitencia en la localidad.

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