Túnicas blancas y capas azules abrieron paso al Santísimo Cristo de la Misericordia. El Viernes Santo regaló a los algecireños una tarde de paseo y muchos la quisieron aprovechar dándose cita en la primera parada, la Parroquia del Corpus Christi.

La Cuesta del Rayo y los vecinos de El Arroz no se perdieron la salida. Estos últimos además disfrutaron por primera vez la procesión tras volver a su barrio el verano pasado.

La calle Jacinto Benavente se llenó de fieles y familiares de acólitos y nazarenos. Con sólo cinco años, esta cofradía no parece tan joven.

Pasados unos minutos de las ocho de la tarde la Cruz de Guía inició así su estación de Penitencia. A colación, los costaleros se esforzaron por sacar a la calle al Cristo crucificado sobre un monte de claveles rojos. No hizo viento pero por si acaso las candelerías resguardaron las velas, porque nunca se sabe.

Este año por segunda vez Cristo fue acompañado de Santa María Magdalena. La crisis que afecta a todo, incluida la Semana Santa, ha permitido que La Misericordia tuviera como novedad el tallado de los moldurones del paso de Misterio.

La savia nueva es otro de los distintivos de esta cofradía. Los pequeños además disfrutaron de su primera experiencia. Y se lo tomaron más en serio que los jóvenes. Un agravio para los ataviados con dalmática que mientras esperaban la salida rieron más de una vez. Tampoco es que haya que prohibir las sonrisas.

A la voz del capataz Francisco Javier Barea, la Misericordia se deslizó sin rozar el dintel del templo. Para ello los costaleros hicieron una maniobra de libro. Esta imagen donada por la compañía Cepsa fue bendecida en 2004. Además este año el Santísimo Cristo de La Misericordia ha sido la imagen de los carteles que anunciaron la Semana Santa algecireña obra de Cristóbal Rueda.

Los móviles tampoco se perdieron la salida del crucificado. También hubo cámaras aunque menos. Es un hecho incuestionable que en la Semana de Pasión salen aficionados de la fotografía hasta de debajo de las piedras. Y seguro que tienen sus joyas que ahora permiten las cámaras digitales.

Aunque a la gente le gusta ver siempre la salida los hay que prefieren evitar el bullicio y los empujones para estar en primera línea. Por eso, los fieles prefirieron coger sitio, había de sobra en los alrededores del parque María Cristina.

La Banda de Cornetas y Tambores de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, de Granada, volvió a acompañar a La Misericordia. Tampoco faltó el arcipreste de la ciudad, Sebastián Llanes, que participó un año más en la soleada procesión.