Semana Santa

El Medinaceli mueve a una masa de promesas por las calles de la Villa

  • Las cuadrillas sacan al Cristo y a la Virgen de la Paz de rodillas, para cuidar la altura de la puerta lateral de San Isidro

Si hay día señalado para las promesas en Los Barrios, ese es el Miércoles Santo. Una enorme masa de barreños salieron ayer tras el Medinaceli para agradecerle su ayuda, para pedirle un nuevo deseo o simplemente para profesar su fe cristiana. Y lo hicieron en una noche en la que el tiempo acompañó incluso para las cuadrillas de costaleros, ya que se levantó algo de viento que agradecieron al entrar por los respiraderos del paso.

Pasadas las nueve de la noche llegó el emocionante momento de la primera levantá. El capataz del Cristo, Adrián Peña, rezó con su cuadrilla un Padre Nuestro para que la estación de penitencia saliera sin ningún contratiempo, y ofrecieron la levantá por su fe y por la de los hermanos de la cofradía.

Así iniciaron una salida siempre complicada por la altura del dintel de la puerta lateral de la parroquia de San Isidro, que obligó a diez de los costaleros a salirse, para que los 25 restantes se pusieran de rodillas. Y así, a los pasitos cortos que les permitía la difícil postura, sacaron al Medinaceli a la calle, donde se agolpaba la multitud barreña ansiosa por vivir un Miércoles Santo de fe en las calles de Los Barrios.

El paso, decorado con claveles burdeos y flores rojas, fue acompañado por la Banda de Cornetas y Tambores Rosario y Victoria de Sevilla, que era la primera vez que venía a Los Barrios. La primera saeta se la cantaron en la Casa de los Urrutia. A su término, el Señor inició su recorrido por la calle Rosario y la cuadrilla de su madre, Nuestra Señora de la Paz, comenzó la maniobra de salida.

La levantá de "la de los ojos tristes y la cara guapa", como dijo el capataz del paso, Manuel Jiménez, se produjo pasadas ya las nueve y media de la noche, cuando los penitentes y mantillas ya estaban en la calle. Una vez en la puerta, media cuadrilla se salió para dejar espacio a los algo más de 20 hombres que materializaron la hazaña de sacar el paso de palio, tan ajustado.

Una vez en la calle, los aplausos no se hicieron esperar, ni tampoco el himno de España interpretado por la Agrupación Musical Cultural Banda de Música de Los Barrios. La Virgen llevaba ayer su corona con un brillo especial tras haber sido restaurada en Granada, y fue decorada con flores blancas y rosa claro.

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