La barriada de San Pedro arropó un Jueves Santo más a las imágenes de Nuestro Padre Jesús del Perdón en sus Tres Caídas y María Santísima de la Salud, que lucieron esplendorosas en el inicio de la estación de penitencia. Un buen número de penitentes acompañaba al cortejo, ataviados con túnica blanca y antifaz y capirote morados, que antecedían al paso del Señor, perfectamente preparado para la ocasión con un exorno floral formado por una gran cantidad de claveles rojos que realzaban la belleza de las imágenes del Cristo con la cruz a cuestas, arrodillado tras su tercera caída, ayudado por Simón Cirineo, junto a la Mujer Verónica.

Se estrenaba como capataz del paso de misterio José Esteven Mota León, que guió a los costaleros bajo las notas de la agrupación palenciana Padre Nuestro, que en estos primeros compases interpretó la Marcha Real, Cristo del Amor, o Costaleros del Perdón, composición de Fran Ortiz Morón, músico del Tres Caídas de Estrella de Triana elaborada expresamente para la hermandad linense.

Tras el Señor avanzaba el paso de palio de María Santísima de la Salud, llevado exclusivamente por bravas costaleras. Es el único guiado por mujeres de La Línea, ya que la capataz y las contraguías también son mujeres, Noelia Marí y Juana Fernández.

La Virgen estrenaba una mantilla de chantilly y una saya brocada, ambas donadas. Además, uno de los varales llevaba un crespón negro en recuerdo del hijo de una de las costaleras del paso. La música corría a cargo de la banda municipal de Almedinilla (Córdoba).

Los pasos fueron avanzando desde las abarrotadas calles del barrio de San Pedro hacia el centro de la ciudad, donde las imágenes también se vieron arropadas por el gran número de personas que se echó a la calle para ver las tres procesiones de un brillante Jueves Santo.